Recógelo

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Capítulo 52: ¡Recógelo!

-¡Rhaenyra, basta!

La voz de Viserys cortó la tensión y centró su atención en Aegon.

—¿Ha estado intimidando a Helaena? —preguntó con gravedad.

La respuesta de Aegon fue vacilante, su miedo era palpable en el aire cuando admitió: "Sí".

—Y Rhaegar te castigó por ello?

—Sí —respondió Aegon, su voz apenas era más que un susurro.

Los ojos de Viserys se entrecerraron, su preocupación era evidente cuando además preguntó: "¿Te lastimó con el brazalete calentado?" freewёbn૦νeɭ.com

Aegon dudó por un momento antes de responder: "No".

Viserys dirigió su atención al costado herido de Aegon, su toque era suave pero profundo mientras evaluaba el daño.

Mientras Viserys hablaba, su tono transmitía una sensación de autoridad y comprensión, dirigida tanto a Aegon como a Alicent.

"Alicent, aunque las acciones de Rhaegar pueden haber sido demasiado contundentes, no le causaron un daño duradero a Aegon".

Alicent se irritó ante la evaluación de Viserys; su frustración fue evidente en su respuesta.

"Pero ¿qué hubiera pasado si la situación hubiera ido a más? ¿Qué hubiera pasado si nadie hubiera intervenido?"

—No había señales de heridas en Aegon; Rhaegar no pudo haberlas causado. —La expresión de Viserys se aguantó, su voz firme mientras contrarrestaba sus preocupaciones.

"No siempre podemos proteger a nuestros hijos de todos los conflictos, Alicent. Los desacuerdos entre hermanos son parte del crecimiento y deben aprender a lidiar con ellos".

Alicent abrió la boca para protestar, pero Viserys la interrumpió con un comentario mordaz.

—Entiendo tu preocupación, Alicent, pero no olvidemos que incluso yo tuve mis desacuerdos con Daemon en nuestra juventud.

El agarre de Alicent se hizo más fuerte alrededor de Aegon, su preocupación aún era evidente mientras buscaba la tranquilidad de su esposo.

"¿Alguna vez has visto a Daemon en apuros, gritando de miedo y dolor?"

Alicent abrazó a Aegon con fuerza, con la mirada fija en su marido.

En cierta ocasión, su padre le había advertido que, cuando Rhaenyra asumió el trono, nunca dejaría a sus hijos sin supervisión. En ese momento, ella lo había descartado como una mera especulación.

Ahora parecía que se estaba haciendo realidad.

Rhaenyra ni siquiera había comenzado su reinado y, sin embargo, Rhaegar ya había accionado impulsivamente.

Viserys frunció el ceño con irritación y levantó a Alicent del suelo, tratando de calmar su temperamento mientras intervenía suavemente: "Es suficiente por esta noche, querida".

"Rhaegar debe disculparse con Aegon y asegurarle que no habrá más amenazas", insistió Alicent, aprovechando la oportunidad para buscar justicia para su hijo.

Después de un breve momento de reflexión, Viserys volvió su mirada hacia Rhaegar y Rhaenyra.

Con un suspiro, admitió: "Ambos niños tienen la culpa; deberían disculparse el uno al otro".

"Aegon empezó la pelea intimidando a su hermana, debería disculparse primero".

—Alicent afirmó, su atención se dirigió a Aegon en sus brazos.

Juego de Tronos: Soy el heredero por un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora