La segunda reliquia legendaria

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Capítulo 55: La segunda reliquia legendaria

En un instante, el cielo se tornó crepuscular, arrojando un brillo etéreo sobre la cueva minera de vidriagón donde Rhaegar se encontraba frente al muro de piedra.

El joven príncipe había caído en un profundo sueño, ajeno al paso del tiempo más allá de su descanso.

De repente se despertó y un escalofrío le recorrió el cuerpo al salir de su sueño.

Perplejo, Rhaegar examinó sus alrededores y su atención fue captada por un oportuno pitido del sistema.

"La exploración ha finalizado. Por favor, reclama la recompensa", resonó el anuncio en la cueva.

Alerta al instante, los ojos de Rhaegar recorrieron todo el lugar, escaneando cada rincón y grieta.

[Muro de vidriagón]

Avance de exploración: 100%

"¿Dónde podría estar?"

Mientras buscaba frenéticamente, los ojos de Rhaegar se posaron en un halo circular carmesí que flotaba sobre el Muro de Piedra de Vidrio de Dragón.

"Rojo... ¡es una reliquia de nivel legendario!" exclamó, abriendo los ojos con asombro mientras extendía con cautela la mano para tocar el halo.

Un estallido de luz roja estalló como fuegos artificiales, cayendo en cascada sobre su cabeza en un espectáculo hipnótico.

"Reliquia recuperada con éxito. Iniciando reconocimiento..."

"Reconocimiento exitoso. Confirmado como Reliquia de Grado Legendario: La Última Llama".

"Es realmente un Grado Legendario, una reliquia misteriosa similar a [Sangre y Fuego]", comentó Rhaegar, frotándose las manos con anticipación mientras observaba las débiles brasas de fuego en el panel del sistema.

El núcleo de la llama ardía con un tono naranja intenso y sus bordes parpadeaban en una danza carmesí vacilante, como si estuvieran al borde de la extinción.

"La última llama... parece que su llama se está muriendo", observó Rhaegar con una mezcla de fascinación y preocupación; su curiosidad lo impulsaba a intentar activarla.

"La activación falló. La reliquia de grado legendario tiene propiedades únicas que requieren condiciones especiales para su activación", explicó el sistema, lo que llevó a Rhaegar a recordar su encuentro anterior con el Cráneo de Balerion y la [Reliquia del Dragón] que produjo, que requería un linaje de dragón para su activación.

"De hecho, los tesoros de este calibre siempre vienen acompañados de requisitos únicos", reflexionó, decidido a descubrir los secretos ocultos dentro de la enigmática Última Llama.

Con el ceño fruncido, Rhaegar llamó a la nota en el panel del sistema, ansioso por obtener alguna información sobre la [Última Llama].

"La llama es la iluminación de una civilización, las civilizaciones antiguas crecen desde la ternura hasta la gigantez, desde la fuerza hasta la destrucción..."

"Cada civilización tiene un legado único, los cristales inmortales preservan la última llama, esperando que el elegido reviva su gloria..."

Las líneas crípticas insinuaban el origen del último incendio, pero no ofrecían instrucciones explícitas sobre cómo activarlo.

El ceño fruncido de Rhaegar se hizo más profundo, una punzada de arrepentimiento lo carcomía por poseer un tesoro cuyo uso seguía siendo desconocido.

"Si es la Última Llama, debe estar conectada con el fuego y la magia", reflexionó en voz alta, mientras sus pensamientos corrían.

En el reino del fuego y la magia, lo único que le venía a la mente a Rhaegar eran los dragones.

Juego de Tronos: Soy el heredero por un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora