El conflicto se intensifica

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Capítulo 39: El conflicto se intensifica

Viserys habló con seriedad, desnudando su alma ante su hija.

Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, cargadas de esperanza, mientras la miraba con anticipación.

Oró en silencio para que sus palabras tocaran su corazón y la guiaran de regreso a su verdadero yo.

Pero los ojos de Rhaenyra se llenaron de lágrimas, su mirada se encontró con la de su padre con una mezcla de dolor y determinación.

Era evidente que estaba luchando con su confusión interna, con sus emociones agitadas.

Finalmente, con voz entrecortada, confesó: “Nunca lo había considerado. Lo único que quiero es alguien que me proteja y me ame sinceramente”.

Por primera vez, dejó al descubierto sus verdaderos sentimientos, aunque de manera velada.

Desde la muerte de su madre, Rhaenyra había estado atormentada por una sensación de vacío y miedo.

Ella temía la idea de casarse con alguien a quien no amaba y convertirse en nada más que una herramienta para tener hijos.

No podía olvidar el día en que su padre, por amor a su madre, decidió salvar a su hermano a costa de la vida de su madre.

El recuerdo de haber ordenado a Syrax que incinerara los restos de su madre con fuego de dragón todavía la perseguía.

Rhaenyra temía correr la misma suerte, quedar atrapada en un matrimonio sin amor y sufrir el mismo final trágico.

En su mente, el marido ideal era un hombre alto y gentil que la apreciaría con cada fibra de su ser.

Fue ese sueño esquivo el que la llevó a albergar un leve afecto por el siempre gentil Cole.

Sin darse cuenta de la profundidad de las emociones de su hija, Viserys respondió con una tranquilidad superficial.

Creyendo que había comprendido sus preocupaciones, sugirió: "Quizás puedan tomarse un tiempo para conocerse primero. No hay prisa por casarse; ambos son jóvenes todavía y tienen mucho tiempo para desarrollar sentimientos el uno por el otro".

Pero Rhaenyra se mantuvo firme y sacudió la cabeza vigorosamente. "¡No! No lo entiendes. No podemos decidir su futuro por él".

Mientras hablaba, Rhaenyra no pudo evitar sentir una punzada de tristeza por sí misma; sus palabras también reflejaban su preocupación por el destino de Rhaegar.

Sin inmutarse, Viserys intentó seguir persuadiéndola, pero Rhaenyra no soportó escuchar más. Se tapó los oídos y huyó de la habitación, incapaz de soportar más los intentos de su padre de convencerla.

Ella no podía soportar la forma en que él siempre parecía obligarla a someterse.

Mientras observaba cómo se alejaba su hija, Viserys sintió una oleada de frustración. Dejó caer la taza con fuerza, sintiéndose indignado y poco apreciado.

A pesar de sus esfuerzos, todo lo que hacía parecía ser recibido con ingratitud, aun cuando todo era por el futuro de su hija.

...

El tiempo pasó volando y tres días después, el lugar de competición de artes marciales estaba lleno de actividad.

Viserys se sentó en el asiento principal, con una sonrisa en sus labios mientras escuchaba el informe de la Mano del Rey Lyonel.

"Su Majestad, el Pozo del Dragón ha sido investigado y limpiado a fondo. A través del testimonio de un anciano cuidador de dragones, se confirmó que el maestre Bass de Antigua tomó la iniciativa de reemplazar las cadenas de Dreamfyre".

Juego de Tronos: Soy el heredero por un díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora