La mano de Lisa se posó en mi rodilla desnuda mientras trataba de sostener su mirada en la mía. Sus ojos, de pupilas dilatadas y rojizas, se fijaron en mí cuando mi aliento salió con tembloroso un jadeo. Había algo de miedo en su expresión, impresionante viniendo de ella, me conmovió cómo quitó su mano de mi piel cuando se dio cuenta de lo que hacía.
Y recuerdo los pensamientos que han saturado mi cabeza, "estoy tan enamorada". Malditamente enamorada de la forma en que me ve, deseosa y tan cómoda como yo, a pesar de ser un desastre los últimos días. Estoy trabajando en mi manejo de la ira, sí; Lisa me presentó a una omega criada por monjes que me guiará por el camino de la paz, pero si soy sincera no sé cuándo hará efecto. No es sólo la ira la que explota con la más mínima chispa en mí, es todo lo que puedo sentir.
La emoción, la tristeza, la felicidad, el miedo, todo me lleva al punto más alto para después dejarme caer como un ladrillo al vacío. Hoy, es el deseo. Y sé que Lisa ha sido la chispa que me encendió de eso.Porque estoy enamorada. Su mirada en mí, su protección para mí, su interés en mis intereses, su tranquilidad en mi turbulencia. Como una gota de agua alimentando a un cactus por meses. Estoy tan sedienta de eso, y tan asustada por la caída que vendrá después.
—¿Qué sucede con tu madre? —dije. Traté de hablar con seriedad para ignorar la forma en que sus ojos caían en cascada por mi cuerpo.
—Ella... ella... —su voz se arrastraba—, no lo sé. Esto no debió ser tan grave.
Me detuve a analizar lo que dijo.
—Lisa —llamé, atrayendo su mirada a la mía nuevamente—, ¿a qué te refieres con que no debió ser "tan grave"? —Supe que había atrapado algo cuando Lisa regresó al instante—. ¿Lisa?
—"Está bebida te dará de mí lo que necesitas en ti. Y a mí me dará el placer de ser una contigo." —dijo entre balbuceos, poniéndose de pie. Puso una mano en su cadera voluptuosa y mordió uno de sus nudillos—. Es un afrodisiaco.
Su último comentario fue más duro de lo que esperé. Atrapé la manta bajo mis manos y pensé en todas las posibilidades.
Por alguna razón no era capaz de sentir traición cuando Lisa era el epicentro, lo que me llevó a sentir que no tenía control de mis pensamientos y eso podría deberse a la bebida que accedí a tomar por pura fe. Porque Lisa se ha ganado no sólo mi admiración, sino también mi confianza. Y ahora temo que mi corazón no siga mis órdenes.
—¿Planeabas decirme que tomé un afrodisiaco en mi boda?, ¿frente a todos nuestros invitados?, ¿y todos ellos lo sabían?
Desgraciadamente, no había furia en mi voz, no cómo creí que sería. El fuego estaba en mí pero no ardía como lo ha hecho, es sólo una chispa de ira que no sé canalizar ahora mismo, se queda calmada y regular.
Algo sin precedentes para mi nuevo yo. Extraño.
Lisa en cambio, se encoje un poco y no pude evitar sentir pena por ella. Pena por mí y mi comportamiento. Esto no debería ser así. No quiero que sea así.
Detesto la sumisión, obediencia absoluta y la pérdida de autonomía que se espera de los omegas, porque es lo más humillante e incómodo de cubrir. Pero este asco por mi lugar en la jerarquía se multiplica infinitamente cuando veo a mi contrario. Alfas como Minho, insoportables para cualquiera, pero con un chasquido pueden deshacerse de la mitad de la población de sus reinos. Porque además de alfas son reyes respetados.
Cuando nació en mí el deseo de ser como ellos, no me refería a su actitud explosiva e hiriente. Que Lisa sea una alfa suave y respetuosa no me excusa de ser una omega mortificarte. No quiero ser irrespetuosa y terminar por llenar los zapatos de un alfa en sus peores aspectos.
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Palacio
FanfictionEl palacio, corazón del poder imperial Japonés, albergaba a las familias más influyentes, compuestas por alfas y omegas destinados a crear alianzas estratégicas. Impecable en su presentación, se transformaba en un escenario de pureza y decadencia, d...