Divorce to twilight [ADAPTACIÓN]

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Como siempre, el tiempo pasaba con normalidad y la vida continuaba, sin importar si ellos luchaban o sufrían. Dejó que las cosas siguieran su cauce sin pensarlo demasiado, por lo que su condición física fue mejorando. Cada noche, Vegas le brindaba sus feromonas, claro que, no en un ambiente en el se cogieran de las manos, se abrazasen, mantuviesen sus miradas, hablasen o comiesen juntos.

Él nunca entró en la habitación, ni Pete le pidió que lo hiciera. Sentados en el sofá de la sala de estar, Vegas trabajaba y él recibía sus feromonas durante 30 minutos, en los que no mantenían ninguna conversación. Una vez pasado ese tiempo, él se levantaba y se iba al segundo piso o se marchaba de casa.

Mientras, Pete, a quien dejaba solo, sujetaba un libro del cual era incapaz de pasar de página una vez escuchaba sus pasos alejarse o la puerta cerrándose. El tío ,sintiendo lástima por él, lavó un poco de fruta, la colocó en un plato y se lo puso en frente, éste le dio las gracias y se fue a su habitación, a llorar en la cama.

Pensó que nunca lloraría porque estaba perdiendo, pero no podía evitarlo. Su miseria crecía día tras día. Por otra parte, sentía que el estado de su cuerpo mejoraba poco a poco. Además de un pequeño dolor de cabeza y tener la visión borrosa ocasionalmente, volvió a recuperar la salud.

Hacía un mes que le habían dado el alta del hospital y justo en ese momento el médico le pidió que volviera para hacerse una revisión general, por lo que se preparó para ir después de un largo tiempo.

- ¿Quizás no debería contárselo al Sr. Vegas? - El tío, que se estaba ocupando de su chaqueta, le preguntó, a lo que él negó con la cabeza.

- Estará bien si no hablamos de ello

No, de todas formas, él lo sabría incluso si no se lo contaban. El doctor no podría no decírselo. E, incluso si él no se lo decía, el secretario se lo contaría. De todos modos, no dijo nada. Pensó que le resultaría más fácil saludarse, ya que llevaban viéndose de esa manera un mes, sin embargo, se volvió más difícil acercarse y hablar entre ellos desde que recibía sus feromonas. ¿Realmente habían sido una pareja casada durante 3 años?.

- ¿Hmm?

Sonrió amargamente mientras se colocaba la chaqueta cuando su teléfono, que había dejado encima de la mesa, comenzó a vibrar. Era la directora Ji. Una persona que ni siquiera lo visitó, lo llamó de repente. Significaba que ella ya sabía que se estaba preparando para salir. Así que era imposible que Vegas no lo supiera. Soltando un suspiro, contestó al teléfono.

- Sí, hola

- Cómo estás

- Bien… Vegas me ha ayudado mucho

- Eso es un alivio - Hubo un momento de silencio. ‘¿Debería saludarla?. No quiero, pero tengo que hacerlo’.

- ¿Cómo está?. Siento no haber podido ayudarla con la galería

- Olvídalo. La galería funciona bien incluso sin ti. Sólo piensa en tu cuerpo, ¿no es eso lo más importante?. Lo lamento, debí haberte visitado para comprobar tu estado

¿Cómo podía decir eso?, siempre fue fría. ¿Acaso se arrepentía por lo sucedido con las inyecciones y el profesor? o ¿tal vez se sentía un poco culpable?. No lo sabía, pero lo que era seguro era que se había ablandado un poco. Resultaba un tanto incómodo recibir se llamada ese día, pero no tenía porqué estar alerta con sus espinas

- Gracias

- Ahh… He oído que vas a ir al hospital

- Sí, ¿habló con el doctor?