Divorce to twilight [ADAPTACIÓN]

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La condición de Pete mejoró lo suficiente como para caminar. Todavía le era difícil dar un paseo, pero el médico le dijo que pronto podría salir a pasear. Se encontraba más contento porque su hijo estuviera en buen estado que porque su propia condición física mejorara. Sintió como si fuera un regalo de Dios que su útero rígido se moviera de nuevo y que su hijo estuviera fuerte y creciera bien.

El médico también le dijo que se debía a que Vegas le había ayudado mucho a conseguir su mejoría. Derramó sus feromonas como una cascada, en términos de asistencia médica, volcó todo lo que tenía para Pete y él sabía que no era una mentira. Irónicamente, fue Vegas quien se quedó a su lado desde que fue hospitalizado, le limpiaba el cuerpo y le daba fuerzas para que estuviera bien.

Era vergonzoso y estaba agradecido por pensar que una persona que parecía nunca haber derramado una gota de agua por sí mismo, ahora pusiera directamente agua en una toalla para mojarla y lo limpiará cuando estaba enfermo.

Mientras leía un libro, Pete vio las flores dentro de un jarrón sobre la mesa de al lado. El día en que Vegas le entregó un ramo mientras estaba empapado en sudor, casi lloró. Fue porque Vegas compró el ramo y sintió su sinceridad. Sólo lo puso en sus manos y no dijo nada, aún así, Pete sabía lo que quería decir. Se encontraba sinceramente encantado de que su cuerpo hubiera mejorado.

Cuando Pete recibió el ramo y le dio las gracias, no se perdió el temblor en los ojos de Vegas . Desde ese día, le dio a Pete un ramo nuevo cada día, y gracias a eso, las flores del jarrón mostraban un nuevo mundo con nuevas flores. Era extraño. Sintió que el futuro, que no se veía desde hace unos días, estaba cambiando poco a poco. Y también que se abría un nuevo camino y fue Vegas quien lo había abierto.

- ¿Qué has comido hoy?

Preguntó Vegas mientras dejaba las gachas de abulón y las fresas. El corazón de Pete estaba pesado por la voz amable y torpe pero que de alguna manera intentaba cuidarlo. Cuanto más intentaba hacer oídos sordos al nuevo camino, más le llamaba la atención. ‘¿Qué debo hacer? No lo sé. Estoy demasiado cansado como para volver a intentarlo…’.

- Está caliente. Ten cuidado cuando comas

Vegas abrió con cuidado el envase y se lo entregó a Pete. Al verlo coger una cuchara y unos palillos le hizo sentir bastante resentido consigo mismo. ‘¿Por qué un poco antes… quiero preguntar si ya lo he abierto de esa manera para ti’.

- Gracias

Como siempre, Pete se lo agradeció y comió las gachas, de repente la ropa de Vegas le llamó la atención. Parecía que ayer también llevaba esa camisa…

- ¿No te fuiste a casa ayer?

- ¿Qué?

- Creo que ayer también traías puesta esa camisa

- Ah… tengo dos idénticas

‘Debe ser su camisa favorita’. Aunque de alguna manera era un poco sospechoso Pete dijo: “Oh, ¿es así?”. Vegas estaba sudando frío por dentro. Vivía en la habitación de al lado, pero llevaba la ropa bien puesta sin ningún problema porque el secretario lo cuidaba bien. Pero hoy, el secretario no pudo ayudarlo por la mañana debido a otras cosas, por lo tanto Vegas se vistió con prisa y se puso lo mismo que llevaba ayer porque tenía que ir a trabajar rápidamente antes de que Pete se despertara. Pensó que no se daría cuenta.

- No te preocupes, ya te lo dije

Vegas escupió esas palabras. Uno podría pensar que sería muy malo escucharlo, pero Pete ahora sabía lo que significa. En ese momento, ya no se sintió dolido y lo único que hizo fue asentir con la cabeza. El secretario llegó a la habitación mientras Vegas fue a hablar un rato con el médico.