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- ¡Oh, qué molesto!

Tan pronto como Hansa salió del juzgado, se rascó la cabeza, irritada. Pete no pudo más que sonreír. Cuando vio la cara sonriente y sin tensión de su hermano, sus hombros perdieron fuerza.

- Es mi culpa, ¿por qué he aceptado ese hotel?

Pete asintió en silencio hacia ella, quien resopló porque pensaba que debería haberse negado en el acto. Pensó que era un alivio que su hermano lo dijera antes que ella.

- Exacto. No deberías haberlo aceptado si pensabas que no estaba dentro de tus posibilidades

La directora Ji, que lo había seguido, pasó junto a Hansa mientras hablaba. Acompañada del sonido de sus zapatos se giró y miró a Pete, quien le brindó una reverencia.

- Tu cara se ve bien

- Sí, gracias a usted - Ella se echó a reír ante sus palabras como si estuviese estupefacta.

- ¿Cómo puedes ser tan desvergonzado?, ¿crees que con lo que has hecho te mereces ese hotel?, ¿qué has hecho para merecerlo? Pensaba que tenías conciencia. Pensaba que eras agradable. Pero era todo falso. He oído que tienes una galería, ¿que nos diste al final, después de incumplir con todo lo que nos prometiste?

Hansa, que escuchaba la conversación a su lado, asombrada, trató de impedir que Pete dijera una palabra más.

- Si eso es lo que cree, no tengo intención de persuadirla de lo contrario. Sin embargo, como dije ante el juez, el Sr. Vegas es quien me dio ese hotel. Y la persona que me lo dio pensó que me lo merecía. Así que estoy considerando hacerme cargo de él. Por otro lado, la galería es lo que más me gusta hacer. Por supuesto, aprendí mucho mientras estaba bajo su supervisión. Es algo que aprecio, pero usted no tiene nada que ver con la apertura de la galería, al fin y al cabo, ¿no están a una escala diferente? Creo que la directora Ji conocerá la diferencia entre su galería y la mía. La mía no es algo que deba preocuparle

Cuando terminó de hablar, la directora Ji lo miró sin comprender. ‘No sabía que ese chico fuera tan atrevido. Y pensar que cuando estaba en casa, inclinaba la cabeza y respondía a todo que ‘sí’ como un tonto’. Estaba sorprendida y a la vez se sentía mal.

- No te preocupes, esto aún no ha terminado. No puede cederse el hotel a una persona que no sea de NI. Así que ríndete

Se marchó como si no quisiera escuchar la respuesta, Hansa miró su espalda y abrió la boca para maldecir. La razón por la que no pudo hacerlo en voz alta fue porque había muchos reporteros. No sabía qué tipo de artículos publicarían, ya que incluso los había llamado para hacerse la víctima frente a ellos. Hansa se dio unos golpecitos en el pecho porque estaba molesta y caminó hacia el coche sosteniendo la mano de Pete. Luego empujó a su hermano y bebió de una botella que estaba junto a él.

- ¡¿Está loca esa bruja?! Como ella dijo, ya no llevas su nombre, ¿para qué el escándalo? No, ¿supongo que no le importa si hay gente o no?, ¿está tratando de avergonzarte?

- Está bien

- ¡No lo está!

Hansa estaba frustrada. Desde el comienzo del juicio, cada vez que la directora Ji acudía, sentía que se le revolvía el estómago. Independientemente de que estuvieran en público, Hansa se enfadaba cada vez que humillaba a Pete, tratándolo como si fuera un ladrón. Solo con eso podía imaginar cómo lo había estado tratando y lo difícil que debió haber sido el matrimonio para él. ¿Cómo aguantó cinco años? Por supuesto, ella era la razón por la que soportó esos cinco años… ‘Lo siento, lo siento mucho’.

- Oppa

Pete tomó la mano de Hansa, quien lo abrazó llorando al verlo acariciarla y consolarla. Alguien llamó a la ventanilla mientras compartían ese momento de afecto fraternal. Era su secretaria.

- Hansa, tenemos una reunión

- Ah… está bien - Con un suspiro, lentamente se separó de Pete.

- ¿Vas directamente a la empresa?

- Sí

- Entonces me iré por separado

- ¿Por qué?, yo te llevo

- Viendo la expresión de tu secretaria, creo que no tienes tiempo para eso

Hansa suspiró como si no pudiera rebatir sus palabras. Mirando el reloj, incluso si el coche fuera a toda velocidad, no llegaría a la hora de la reunión. Pete le dijo a su hermana que se animara y salió del vehículo.

- Te llamaré. Tienes que ir derecho a casa. ¡No, tienes una cita!

- Sí, sí

Hansa se marchó y él, que se había quedado solo, miró a su alrededor. Afortunadamente, tanto Ji como los reporteros ya se habían ido. Se fue solo, mirando sin ninguna razón su teléfono. No tenía nuevos mensajes, pero había una persona a las que enviárselo. ‘Se acabó’.

Un número acompañado de unas palabras apareció después de unos segundos.

- ¡Oh!, ¿de verdad?

«¿Qué hace? Todavía estoy en la reunión. Tengo que recogerlo».

«¿Dónde es el lugar de encuentro?».

«En Yeouido. En un lugar donde siempre tenemos reuniones. Supongo que la comida es buena. Mis clientes me piden que vayamos allí cada vez que nos reunimos. Es molesto».

Divorce to twilight [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora