Divorce to twilight [ADAPTACIÓN]

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Poco después de que la feromona de Vegas se esparciera, Pete endureció su cuerpo. Ahora que se detenía a pensarlo, no había recibido sus feromonas en los últimos días. Su cuerpo mejoró, tal vez porque a menudo se quedaba despierto toda la noche en el trabajo y ahora hacía ya más de un mes que no trabajaba. Había vuelto a su rutina habitual. Su matrimonio acababa de comenzar de nuevo y no estaba ni triste ni desconsolado. No tenía motivos. Ahora estaban en una relación en la que ninguno podía sentir las feromonas de otros.

Por otro lado, su condición física también era buena. Sintió dolor ayer pero gracias a la medicina ya había desaparecido. Sin embargo, permaneció quieto ya que no podía rechazar su amabilidad.

Pronto el coche paró frente al hotel y se abrió la puerta. Vegas dejó de esparcir sus feromonas, que barrían su pecho; y Pete se sorprendió al salir del auto. Fue porque muchas cámaras y reporteros estaban enfocando a Vegas y, por ello, también a él.

Su acompañante, naturalmente, se acercó a él y, tomando su mano, entraron al hotel uno al lado del otro hasta llegar a la sala de banquetes. El lugar era otro campo de batalla puesto que había que ir evitando a los reporteros. Como era de esperar, todos se acercaban a Vegas murmurando, buscando el contacto visual y revoloteando a su alrededor. Pete, a su vez, sonrió con calma, fingiendo estar bien, y los miró una vez.

Celebridades de las que solo había escuchado sus nombres estaban allí reunidas, incluso apareció la tercera generación de grandes empresas. Las miradas todavía parecían juzgar a Pete. Se referían a él como “el omega de…” y no como “el hijo el mayor del Grupo Pongsakorn”. Ciertamente, el hecho de
que el Grupo Pongsakorn no fue invitado a un evento de este tipo reflejaba cuán bajo había caído el prestigio de la compañía.

- Director Ejecutivo Vegas.

Tan pronto como Ahn Ik-sun, fundador de la Compañía M.L., vio a Vegas, se acercó con una cara de bienvenida y extendiendo las manos. El director ejecutivo, que tendría unos 40 años, estrechó la mano a Vegas y abrazó.

- Buenos días, Pete

Después de hablar felizmente con Vegas, su mirada se desplazó naturalmente hacia él. Le estrechó la mano y asintió.

- Es un honor conocerle

- Es la primera vez que le veo después de la boda

- Oh, vino a la boda, pero ni siquiera pude saludarle correctamente

‘¿No estaba en la lista entonces?’ Ah, cuando recordó que solo saludó a los ancianos de la familia, se decidió rápidamente por dar una respuesta cortés.

- ¿De qué está hablando?. Debería haber saludado, pero ahora sí he venido a
saludar

- CEO Ahn, creo que tenemos que irnos ahora

Vegas intervino al ver cómo la secretaria instaba al señor Ahn, se rió y le soltó la
mano.

- Estaré por aquí

Cuando se despidió de Vegas, que estaba siguiendo al CEO Ahn Ik-seon, éste asintió como si ya lo supiera. Se quedó solo y quiso esconderse en algún lugar, pero tenía que estar alerta. ‘No, recuerda lo que dijo Ian…’.

Se sorprendió al ver al frente, con el puño fuertemente apretado y los hombros enderezados. Vegas venía hacia él de nuevo. Luego se sacudió el polvo de los hombros.

- Espera un minuto. Volveré pronto

Perplejo por la voz dulce que no había escuchado en meses. Aunque sabía que era su programa de negocios habitual… Pete sonrió, conteniendo las lágrimas. Cómo extrañaba esa amabilidad.