Divorce to twilight [ADAPTACIÓN]

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Trató de empujar el pene en su agujero de alguna manera, pero seguía resbalándose. Aunque estaba confundido porque no sabía qué hacer, Vegas no se movió.

Se mordió los labios y agarró el pene del alfa bajando la cintura poco a poco para que fuera encajando en el orificio, que se abrió ligeramente debido a la húmeda loción. Fue difícil que entrara al principio pero cuando se soltó el agujero, su duro pilar se deslizó y entró bien.

Dolía. Tanto que era incapaz de decirlo, quería dejarlo. No estaba familiarizado con otros alfas así que no sabría decir si ese era el tamaño medio o era más grande de lo usual, ya que nunca había tenido relaciones con ningún otro, pero una cosa era segura: el de Vegas era demasiado para él y le proporcionaba más dolor y angustia que placer. ¿Estaba todo dentro?. Deslizó un dedo ligeramente y notó su abultado agujero. Sólo había introducido el glande. Bajó un poco más su dedo y midió la longitud. Era demasiado grueso, demasiado largo. Lo suficientemente grande como para llenar su útero. Incluso aunque no deseaba ponerlo todo, si lo hacía, podría acabar rápidamente e irse. Trató de mantener una actitud positiva, soportando el dolor y bajado un poco la cintura.

- ¡Oh, ugh! - Tenía que fingir estar excitado aunque no estaba funcionando. El pene de Vegas, que tomaba poco a poco, estaba perforando su camino a través de su cuerpo. El olor lo enterraba, haciendo que se moviera, envolviéndolo con su parte inferior, pero su interior, sin toda esa loción, se sentía tenso, dolorido y extraño.

Mientras gemía, Vegas lo miraba en silencio. Alguien podría pensar que esa era la primera vez. Iba a esperar para ver hasta dónde podía llegar, pero pensó que no terminarían a ese ritmo.

El Rut, que apenas había mostrado indicios de comenzar, aumentó gradualmente conforme ingresaba en el cuerpo del omega. Como se sentía febril y le faltaba el aliento, comenzó a despertar su instinto del alfa, con el que solo era posible sentir deseo.

- No, no puedo

Su cuerpo, que vagaba sin saber qué hacer después de insertar la mitad, finalmente se rindió e intentó levantarse nuevamente. Vegas chasqueó la lengua, agarró su cintura y se lo metió de golpe.

- ¡Argh! - Soltó un grito tremendo. Como si estuviera realmente sorprendido, se sentía incómodo con él penetrando en su cuerpo abruptamente. Sacudió todo su cuerpo y enderezó la espalda, no pudo articular palabra durante un tiempo pese a su boca abierta y temblorosa. Por otro lado, Vegas respiró profundamente al entrar en su cuerpo con frialdad. Ahora toda su frustración se había ido.

- Lo puse dentro, así que muévase - Sostuvo los brazos de Pete, que se debatían sobre dónde apoyar sus manos, y se las colocó sobre sus abdominales. Éste cerró los ojos con fuerza y movió su cintura con cuidado. Era ridículo verlo hundirse de nuevo tras avanzar unos centímetros. ‘¿Qué está haciendo este hombre?’.

- ¿Cuándo terminará?

- Ugh. Lo siento. Ah, pero… - Dolía mucho por dentro… Además, estaba muy estimulado por el útero, y algo parecía pinchar la parte inferior de su abdomen, como una aguja. Cuando Vegas entró y presionó con fuerza la parte dolorosa, sintió que se estaba volviendo loco.

- Solo levanta la espalda y las caderas lentamente - Pete asintió y levantó el culo. Cuando Vegas salió poco a poco de él, sus miradas quedaron atrapadas; empujó la cintura de Pete hacia abajo y el cuerpo de éste se estremeció de nuevo. Cuando sintió un poco de alivio jadeó como si le faltara el aliento, al tiempo que Vegas le decía que levantara la cintura nuevamente. Se la metió antes de que volviera a sentir alivio, tan pronto como se elevó y salió de su interior.

A medida que se volvía más fácil entrar y salir, por la repetición del movimiento, Vegas soltó las manos de su cintura.

- Ahora muévase usted mismo - Pete, que estaba sudando como si estuviera cansado, asintió y movió la cadera con fuerza. Pero lo cierto era que no había emoción ni afecto entre ellos. No hubo placer en ese deseo sexual. No fue más que una relación forzada. Cuando llegó a su punto álgido, esparció el semen dentro de su cuerpo, el omega sacudió su cintura y alfa esperó por una sensación de exaltación.