⋕⠀♡̶⠀Apariencia⠀⇉⠀⸂⠀Watashi ga Motete Dousunda！❜

Capítulo 34

꒰ Toque suαve : Mejillα suαve ꒱

❝ Koharu Tsuyoshi ❞

Soy consciente de que mi propósito aquí es hacer que Mutsumi-senpai mejore en básquet, pero ¿realmente debo hacerlo? Después de todo es demasiado lindo haciendo lo que sea que está haciendo en este momento.

—Leí que esto se llama dribling. —habló con confianza mientras hacía rebotar el balón contra el piso con ayuda de ambas manos, ocasionalmente este chocaba con sus pies y se iba rodando a otra dirección, mas lo recogía y retomaba su labor.

Tratando de controlar mis ganas de morir de ternura en aquel lugar despeiné un poco mi pelo para enfriar mi cabeza, y tomé otro de los balones del gimnasio explicándole como se realizaba correctamente el movimiento que había mencionado con anterioridad.

—Hay muchos ejercicios para mejorar en la técnica, usualmente se recomienda adquirir la habilidad de controlar el balón desde una posición estática para posterior avanzar o retroceder con mayor velocidad, depende lo que se requiera durante el partido. Practicar los lanzamientos también es importante, no sirve de mucho conseguir una buena posición y burlar al contrincante si en el momento indicado fallas en el tiro.

—¿Debería tomar notas? —preguntó ladeando la cabeza.

—No es necesario. —mientras respondía me dirigí al depósito para buscar un par de conos de guía.

Una vez los acomodé hasta formar un circuito con diferentes ejercicios le expliqué que debía hacer en cada estación, trataba de atender a cada duda que tenía y verificar que los hiciese adecuadamente; hacía mucho tiempo que no practicaba o le enseñaba básquet a otra persona, se sentía gratificante, algo nostálgico, y lindo.

Tras un par de horas de entrenamiento era momento de descansar e ir a casa.

En el transcurso fui acompañada por el mayor, hablábamos un poco de diversas cosas, entre ellas la escuela, que hacíamos los fines de semana, y nuestros gustos, era una charla tranquila que podrías tener mientras tomas un relajante té. Llegando a la entrada el de cabellos marrones saco de su cuaderno la guía infantil que nos había mostrado a todos en la cafetería, observándola con cierta desilusión.

—No sirvió de mucho, ¿no? —preguntó.

Tomé el objeto en mis manos con cuidado y empecé a hojear su contenido, si bien no era una super-guía servía para conocer las bases del deporte lo suficientemente bien como para jugar con amigos un fin de semana, claro que solo sería así si ninguno tenía experiencia en ello y casualmente todos hubiesen ocupado el mismo libro.

—No es perfecto, pero es un buen comienzo. Puedes practicar varios de sus ejercicios en casa, y las ilustraciones que tiene también son muy útiles. En conclusión, fue una buena compra. —sonreí devolviéndole el objeto, a lo que él me devolvió el gesto.