El diario de Allison Campbell: Besos de Primavera

~Capítulo#20~

Uno... dos... tres...

—¡Allison, es hora!—. Chillan Alex, Beth y Vero al unísono, sacándome del trance en el que me encontraba encerrada, analizando cada palabra, cada beso y cada abrazo—.

—No molesten—. Me quejo, lanzándole un cojín a Vero—. Déjenme dormir, la escuela terminó hace cinco malditas horas—. Expreso arrastrando las palabras, pero ellas me ignoran monumentalmente—.

Cubro mi rostro con una almohada, en un intento desesperado por dormir, sin embargo el jaleo de las chicas me lo impide.

—¿Por qué no me dejan en paz?—. Suplico, quitándome la almohada de encima de la cabeza al escuchar el chirrido de la puerta de mi armario—.

—Bueno, en una hora comienza el baile de graduación y hace una semana nos dijiste que irías con Nate—. Masculla Beth, rebuscando entre los cajones del tocador—.

—Pues ya no voy—. Susurro hastiada, incorporándome—.

—¡¿Por qué?!—. Chilla una vez más el trío de locas—.

—Pues porque no deseo ir y punto—. Me cruzo de brazos, negándome a dar más información—.

—Lo siento, Allie, pero vas a ir sí o sí, ya que un guapísimo chico de rulos y ojos marrones te espera en el salón—. Avisa mi tía con una sonrisa pícara—.

—¡¿Qué?!—. Exclamo nerviosa, abriendo los ojos de par en par—.

¿No estaba enojado?.

—P-pero no busqué un vestido para ir, y...

—No te preocupes por eso, nosotras lo hicimos por ti—. Habla Alex, mostrándome una enorme sonrisa cómplice—. Nosotras nos encargamos de todo, tú solo debes aceptar—. Ante las miradas de las tres, asiento dubitativa—.

—¡Manos a la obra!—. Grita Verónica, aplaudiendo entusiasmada—.

Así pasan unos cuarenta minutos en los que me peinan y maquillan, para luego esperar expectantes el momento en que me coloque el vestido azul celeste corte de princesa con escote de corazón que compraron para mí.

Al salir del cuarto de baño, encuentro fascinación y una que otra lágrima en los tres pares de ojos de diversas tonalidades.

—Te ves...

—Bellísima—. Culminan las dos rubias, secándose las lágrimas—.

—Allie—. Alex capta mi atención con su dulce voz—. No pienses en qué sucederá mañana, solo disfruta esta noche—. Yo asiento, aguantando los deseos de llorar para así no arruinar el delicado maquillaje—. Ahora sí, ¿qué te parece si nos vamos? Hay un baile esperando por nosotras—. Verónica sale la primera, seguida por su hermana menor, dejándome a solas con mi tía—.

—Estoy muy orgullosa de ti, y de todo lo que has logrado en estos meses, Allie—. Me susurra al oído, regalándome un abrazo reconfortante—. Sé que en días como este te sientes triste y que expresar lo que sientes te es muy difícil, pero, eso no te quita lo valiente, al contrario—. Se aleja de mí, permitiéndome observar la humedad en sus mejillas sonrosadas—. No temas, y permítete sentir intensamente. Disfruta cada segundo de tu vida, y recuerda que ella está compuesta por buenos y malos momentos—. Una frágil sonrisa se apodera de mi fisonomía, al tiempo en que sus palabras poco a poco inician a sanar una de mis tantas grietas—.

—Eso haré—. Suspiro, esbozo una sonrisa y salgo de mi habitación directamente al salón, en donde me encuentro de frente con Nate, quien lleva un esmoquin completamente negro ceñido a su cuerpo—.

—Woah... te ves... yo—. Trago grueso, recorre mi rostro y cuerpo con la vista, y por último clava su mirada oscura en mis iris celestes—. Te ves maravillosa—. Ambos sonreímos, olvidando por completo a quienes nos rodean, fundiéndonos en una atmósfera cálida. Solo él y yo—.