🧋 8

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- No Joshua, no tenemos por qué separarnos - Saerom le respondió segura.

- Tus actitudes hacen que te desconozca y apenas va un mes, acaso ¿no confías en mí?

- Confío en ti, pero en él no - le tomó las manos - es muy obvio que quiere que tengas sus mismas preferencias.

- Pero yo ya te dije que tú estás en lo más alto de mis preferencias. Amor siempre te voy a elegir a ti antes que a otros, créeme que cuando no haga eso ya será porque estoy muy perdido.

- ¿Y pasará? ¿te perderás?

- No lo haré.

- Eso espero, nosotros ya estamos planeando nuestro futuro juntos y no quiero que por su culpa todo se venga abajo.

- Y no pasará eso.

- ¿Hoy te quedarás a dormir? - cambió drásticamente de tema.

- Claro, pero tengo que regresar por algo ahora a la casa.

- ¿Puedo ir contigo?, no conozco tu casa.

- ¿Estás segura?

- Claro amor, quiero ir.

- Vayamos pero no pelees con Seokmin por favor.

- Lo prometo.

Sin tanto que esperar, rápidamente subieron al auto de él y mientras Joshua conducía con una mano, con la otra tomaba la mano de su divina novia, se sentía tan afortunado por tener a la chica más hermosa a su lado y por nada del mundo la perdería.

○ ○ ○ ○

Cuando Joshua partió a la casa de su novia, Seokmin sabía que iba a llegar muy noche o de plano se quedaría a dormir allá con ella lo que significaba que tenía la casa para él solo.

Ya hacía más de dos meses que no se iba de fiesta y eso le estaba desesperando, ya necesitaba salir y coquetear con alguien, de verdad que no era justo que Joshua tuviera a su novia y él a nadie.

Estando en su habitación se le ocurrió una grandiosa idea, si él no iba a la fiesta, la fiesta tenía que venir a él. Conectó su reproductor de música a las grandes bocinas de su casa. Aprovechó que no había nadie ahí y se quitó los pantalones, subía y bajaba las escaleras con solo una camisa muy transparente y su boxer, sus lentes oscuros en forma de corazón y su micrófono con muchos brillos fueron sus accesorios necesarios.

Entonces decidió iniciar con su fiesta individual, las paredes de su habitación retumbaban por el fuerte sonido, mientras saltaba en la cama y cantaba a todo pulmón sentía que nada podría arruinar su momento. Ni siquiera los insistentes golpes en la puerta que claramente él no escuchaba.

La mamá de Joshua había decidido ir de visita así que sin previo aviso llegó, ya habían pasado más de 10 minutos y nadie atendía a la puerta, sin embargo se escuchaba mucho ruido adentro.

Cuando Joshua llegó a lado de Saerom su mamá los analizó de pies a cabeza, no era secreto que la señora Hong no tragaba a la novia de su hijo, había algo que no la convencía, Joshua siempre se las pintó como la chica más perfecta, pero no existe la persona perfecta, eso era lo que no le daba buena espina.

- ¿Qué haces aquí mamá? - sin siquiera saludarla pasó directo a abrir la puerta.

- ¿No es obvio? vengo a verte y a tu esposo.

- Solo llámalo por su nombre ¿quieres?

- No, no quiero.

- Hola señora, buenas tardes, qué gusto verla - Saerom le dio una sonrisa hipócrita.

Casados Por 6 mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora