Casados Por 6 meses

🧋Epílogo

Seokmin se dio cuenta a través de su propia historia relatada que él no era capaz de vivir sin Joshua. Los momentos en los que no estaba a su lado se sentían asfixiantes y creyó que era muy buena idea irse juntos, después de todo, fue su novio quien cambió también su vida por completo y ahora tomar un nuevo reto no estaba mal, pero ahora lo harían juntos.

Sus papás lo apoyaron por completo así que en cuestión de horas lograron hacer su transferencia de universidad, ni siquiera esperaron alguna evaluación pues rápidamente emprendieron camino hasta su casa para empacar todas las cosas de Seokmin. Estaban tan felices que en medio de ordenar las cosas se acostaron en su cama y casi hacen el amor, pero no podían perder tiempo. De nuevo se durmieron temprano pues estaban cansados.

Al siguiente día fue Hana quien los llevó al aeropuerto y ahí entre lágrimas emprendieron camino. Al llegar era un ambiente totalmente diferente, sabían que iba a costarles acoplarse a ese nuevo entorno, pero estaban juntos.

Sorprendentemente pasaron dos años lejos de su país natal, no había día en el que hablaran con sus amigos y familiares. Ellos estaban viviendo su propia luna de miel que no tuvieron después de casarse.

El proyecto de la empresa Hong iba a la perfección y había días en los que Joshua sentía que no podía con la presión, pero para eso estaba Seokmin, para apoyarlo y brindarle a través de caricias toda la comodidad.

Cada momento difícil sabían cómo superarlo y llegaron allá presentándose como esposos, no querían que alguien más quisiera separarlos, y aunque hubo uno que otro que lo intentó, nadie pudo.

En esos años Wonwoo y Mingyu habían empezado a vivir juntos, el mayor confesó que lo que lo enamoró del contrario fue la historia que le contó sobre cómo se lo iba a comer un cocodrilo cuando era niño. Extraño, sí.

Saerom había encontrado a un chico en Japón con el que se sentía muy cómoda, eso hizo que se quedara con él en ese país y al estar su mejor amiga allá, mejoraba su estadía.

Ambas empresas iban de maravilla, ya no había deuda y los medios de entretenimiento jamás sospecharon de que todo se trató de un engaño al inicio, pues no había día en el que no postearan una foto en París diciéndose lo tanto que se amaban.

Cuando sabían que iban a regresar pronto a Corea aprovecharon cada momento visitando diferentes puntos de Francia, y su vida sexual, por dios, eso complementaba la relación que llevaban, en uno de esos encuentros con una vista impresionante y mientras Joshua lo embestia le pidió que al volver siguieran viviendo juntos, cosa que Seokmin aceptó al instante.

Prometieron regresar al lugar, pues ahora quien se haría cargo de esos negocios en ese país era el señor Hong directamente. Al estar en Corea era una locura completa, sus amigos casi los matan porque llegaron de sorpresa, ya eran personas más maduras y habían culminado sus estudios. Ambos chicos tomarían la dirección de sus respectivas empresas y por eso regresaron.

Se instalaron de nuevo en la que era su casa, todo ahí estaba intacto, como si nunca hubieran dejado el lugar, se llevaron todo un día desempacando y teniendo sexo. Eran como máquinas pues no se cansaban.

A la semana se presentaron como ahora los CEO de cada empresa, estaban orgullosos de ellos mismos, ¿quién diría que ese pelirrojo ahora pelinegro desbocado estaría tomando una responsabilidad tan grande?

Sin duda fue lo mejor que sus papás pudieron hacer por él, y Joshua no pensaba diferente, a pesar del cómo había iniciado su relación ahora estaba totalmente atado de manos por ese chiquillo berrinchudo y todo lo que él significa.

Estar enamorado de Seokmin era la bendición más grande del mundo, su alegría, sus dramas, sus peleas, su risa, su excitación, todo era maravilloso. Ahora más que nunca estaba convencido de que Seokmin era su todo y por más que trataba de entender cómo fue que terminó de esta manera no encontraba respuestas, si él juraba ser totalmente heterosexual casi homofóbico, y ahora amaba penetrar a un hombre, lo mejor de todo, era su hombre.