De lobos y vampiros

Capitulo 5

Bella llegó a la consulta del médico en un tiempo récord, después de haberse cambiado a humano y vestirse antes de salir a la intemperie. Entró en la consulta del médico como si fuera la dueña del lugar, atrayendo todas las miradas, por pocas que fueran, hacia ella.

Sin importarle cómo se veía, Bella ignoró a todos, enfocándose solo en Emily. Encontró la habitación de Emily por el olfato para no tener que preguntar ninguna dirección. Sin llamar a la puerta, entró en la habitación y se dejó caer a los pies de la cama de Emily.

El hermoso rostro de la mujer estaba fuertemente vendado, lo que hizo que el corazón de Bella saltara en su garganta. Claro, Bella había visto a Emily en tan mal estado al transportarla, pero no había pensado mucho en lo malo que sería el resultado final. Dios, Emily iba a tener problemas para mirarse en el espejo a partir de ahora. Iban a cicatrizar, cicatrizar mal, y cada vez que los viera, sería un recordatorio de lo que había sucedido.

Aún así, a pesar de su horrible estado, Emily todavía tenía una sonrisa para Bella cuando los ojos de la mujer se encontraron con los suyos. "Oye. Siempre tienes que hacer una entrada, ¿no?

Bella le dedicó a la chica una débil sonrisa, poniendo su mano sobre la pierna de Emily. ¿Cómo estás?

"Estoy bien, dado..." Emily se quedó callada, con un brillo atormentado en sus ojos que hizo que Bella quisiera golpear a Sam de nuevo. Maldita sea, Bella entendió que los lobos tenían mal genio, pero ¿cómo podía dejar que esto le pasara a ella?

—Em, estoy tan... —empezó Bella, pero Emily la interrumpió—.

"No lo hagas. Esto no es tu culpa". Emily respiró hondo, un aliento que parecía dolerle mucho. La mano de Bella encontró la suya y la apretó, y luego Bella no la soltó. Emily tampoco lo hizo, pareciendo tomar fuerza de Bella, incluso mientras ninguno de los dos hablaba.

Ella es una manada, se dio cuenta Bella. Tanto como Jared y Paul y Seth y Lea y... Sam, Emily estaba en manada. Y al igual que con el resto de su manada, Bella haría cualquier cosa para protegerla, ya sea que solía acostarse con Bella, o que aún podría dormir con ella, dado lo que sucedió. Bella no estaba segura, exactamente, pero tal vez, posiblemente podría suceder... Después de todo, Emily era muy buena en la cama, y podría estar enfadada con Sam durante mucho, mucho tiempo... Maldita sea, Bella necesitaba volver a echar un polvo. Espera, joder, no era el momento de pensar en eso. De todos modos, independientemente de lo que sucediera con Emily, Bella la protegería lo mejor que pudiera.

"Sabes, siempre he estado enamorada de Sam", comenzó Emily, sacando a Bella de sus pensamientos un poco confusos. Emily le ofreció a Bella una sonrisa de disculpa. "Sin ofender Bella, pero aunque te amaba, no estaba enamorado de ti."

—No hay problema —se apresuró a asegurarle Bella—. "No quiero amor, solo quiero ser el pedazo de carne de amor de las chicas".

Emily soltó una suave risa a pesar del dolor que le causó. Y aunque le dolió a Emily, la risa también le hizo mucho bien. "Dios, eso suena desagradable. No vuelvas a decir eso".

—No lo prometo —respondió Bella con una media sonrisa, haciendo que Emily pusiera los ojos en blanco—.

"De todos modos, aunque siempre me has sentido más que atraído por ti, estaba muy enamorado de Sam. He tenido uno durante años. Pero él siempre estaba saliendo con mi primo, y yo no quería interponerme entre ellos", continuó Emily.

Eso tenía sentido. Emily siempre era del tipo que piensa en los demás antes que en sí misma. Es por eso que insistió en que ella, Bella, Rebecca y la otra chica con la que Bella había estado durmiendo en ese momento se sentaran y tuvieran una larga y prolongada charla sobre lo que todos esperaban de acostarse con Bella. Había sido muy incómodo para Bella, pero todo se hizo porque Emily tenía miedo de que alguien saliera herido. Por supuesto, luego esa otra chica, Katie, se obsesionó con Bella, hablando de matrimonio y mierda, así que no todo salió bien, pero aún así. Emily definitivamente había hecho lo mejor que podía, y todo habría salido perfecto si no fuera por el maldito pueblerino.