De lobos y vampiros

Capitulo 13

Pasó el tiempo y Bella seguía enloquecida. No solo su lobo la atormentaba por huir de Rosalie, sino que Bella también se atormentaba a sí misma por todo tipo de razones que giraban en torno a la rubia.

Realmente no entendía por qué había huido. Pues sí, lo hizo; obviamente Bella había estado más que asustada por sus propios sentimientos. Lo que Bella realmente no entendía era por qué se estaba castigando a sí misma por eso. En realidad, lamentaba el hecho de haber huido, y se sorprendía a sí misma una y otra vez pensando en ese día, preguntándose qué habría pasado si hubiera reaccionado de manera diferente. Casi como si estuviera considerando dejar entrar al estúpido chupasangre, lo cual era estúpido.

No se podía dejar entrar a una mujer. Simplemente no podías. Cuanto más acercabas a una mujer a tu corazón, más dolía cuando decidían apuñalarte por la espalda. La madre de Bella fue un buen ejemplo de eso cuando tiró a Bella como basura, dejando a una pequeña Bella vagando por La Push, perdida y confundida, llamando a su madre, hasta que alguien, Charlie, la recogió. Luego, la creencia de Bella se demostró nuevamente cuando vio lo que Renee, la esposa de Charlie en ese momento, le había hecho al hombre que la había salvado y acogido a Bella como si fuera suya.

Amar a una mujer era pura estupidez, ya fuera en familia o como algo más. La única razón por la que Bella se había preocupado tanto por Leah, Emily y Rachel era por lo que habían hecho por ella mientras crecían. E incluso entonces, Bella nunca se había enamorado de ellos, solo había comenzado a considerarlos como una familia potencial cuando apareció todo el asunto del lobo. Demonios, Bella ni siquiera había pensado que tenía la capacidad de enamorarse. Si realmente amaba a alguien de alguna manera fuera de su padre, solo los lastimaría a ellos y a sí misma. Justo como lo que sucedió en ese entonces.

Claramente no valió la pena. Era la razón por la que nunca se había planteado dejar entrar a nadie de verdad a lo largo de los años.

Es decir, hasta Rosalía.

No. De ninguna manera. Esa es la huella que habla, Black, Bella gruñó para sí misma, sus manos golpeando sus costados mientras miraba el territorio Cullen desde su lado de la frontera. No te enamoras, sobre todo de esa perra rubia que es una sanguijuela.

Una bola fría y dolorosa, más fría incluso que la lluvia que golpeaba su cuerpo, pareció caer en el estómago de Bella. Hizo que Bella se sintiera enferma incluso antes de que su lobo comenzara a volverse loco por el rechazo mental de Bella hacia su pareja. Una vez más, Bella recordó por qué estaba parada en la frontera en medio de la noche, empapada hasta la piel con solo un sostén deportivo y jeans que se estaban volviendo cada vez más incómodos.

Bella no había visto ni olido a un solo Cullen en casi una semana, y una parte de Bella estaba aterrorizada de que después de su cagada, todos los Cullen hubieran decidido seguir adelante. Estaba tan tentada de cruzar la frontera y aprender por sí misma, pero no podía, no con la forma en que los Ancianos estaban montando su trasero en ese momento. Lo habían estado haciendo desde que Collin y Brady cambiaron y comenzaron a seguirla como si fueran cachorros perdidos. Ya era bastante malo que ahora los niños más jóvenes que Seth empezaran a cambiar. No solo hizo que se extendiera el rumor de que Bella incluso estaba reclutando niños para su pandilla, sino que dado que los dos ahora tenían algún tipo de adoración de héroe por ella, los Ancianos se estaban poniendo de mal humor. Después de todo, no querían que Bella "corrompiera" a los niños.

Como si Bella no tuviera suficiente estrés y problemas con los que lidiar, uno de los Ancianos ahora insistía en estar allí cada vez que Bella realizaba una sesión de entrenamiento. Cada. Soltero. Maldito. Hora. Cada vez era más difícil conseguir un momento de paz, y llegó al punto en que Bella estaba demasiado paranoica para arriesgarse a pensar en sus problemas y emociones por Rosalie por miedo a que uno de sus lobos pudiera resbalar accidentalmente y decir algo que no debería delante de uno de los Ancianos.