Capitulo cuatro

371 56 1
                                    

4. Mentira

-¿Que paso?-Lisa puso los ojos no sabía en que estado estaba, si molesta o preocupada.

-Mira Lisa, Mina estaba muy entusiasmada contigo, y el saber que te casarías sin amar a esa mujer, la puso muy mal, ella atento contra ella.-La castaña sin importarle que estaba en pijama y descalza camino por los pasillos hasta el elevador.
-¿Como esta? ¿Donde esta?-La culpa y el cariño que tenía por la situación la hacia actuar sin pensar.

-Lisa ella tuvo un daño cerebrovascular, hay cosas que parece no recordar, y los doctores dicen que, ella se continuará con una perdida, ella continuará deteriorándose, esta en su casa, pero quiere verte.

-¿Cuando paso?-Interrumpió la castaña mientras tomaba las llaves que el valet le entregaba.

-Hace tres semanas.-Justo cuando había terminado con ella porque se casaría con Rosé.

-Llego en diez minutos, ¿está despierta?

-Bien, te esperamos, o bueno, yo, Mina no se encuentra bien.-En menos de diez minutos la castaña estaba llegando a la casa de su ex novia, la culpa la aturdía y cuando llego, llamo al timbre que no tuvo que volver a llamar porque ya estaba una pelirroja dejándola pasar.

-¿Como esta?-Fue lo primero que dijo Lisa.

-Hola, soy Sana, y ella esta dormida, hace una hora tuvo una migraña, y cuando tomaste mi llamada, ella estaba teniendo un lapsus, acaba de dormir.-La mayor presumía su habilidad para identificar las mentiras, en el mundo empresarial en el que se movía, esta era una habilidad indispensable, por lo que la actitud le pareció sospechosa, hasta que la pelirroja le comenzó a dar detalles, dudo que la intentaran engañar.

-No puedo verla, en unas horas mi esposa y yo volamos a Europa, pero.-Lisa salió de la casa de su ex pareja y fue a su auto, volvió con una chequera y una pluma, cuando volvió, apurada comenzó a llenar el cheque.
-Aquí esta, yo llamare cuando tenga oportunidad, por favor, llámame solo si es una emergencia; y yo llamare.

-Muchas gracias por la ayuda, pero creo que a Mina le ayudaría mas verte, que tu dinero.-La pelirroja parecía molesta, pero a la castaña no le importo.

-Como te lo dije, como le dije a Mina, estoy casada, y no puedo darle nada mas que dinero, esto es lo que puedo ofrecer, mi ayuda, económica.-Lisa salió de la casa de Mina, con una profunda tristeza por su ex pareja.

Rosé despertó en la cama sola, sabía que en unas horas salía junto a su esposa a Londres, se limitó a prepararse, entro a la ducha; enjuagaba su cabello cuando escucho la puerta sé abrió, sorprendida cubrió sus zonas, pero al ver a Lisa sonriendo al ver su estado de desnudez, y rápidamente comenzó a quitarse la ropa.

-Ya estoy terminando.-Aviso la rubia.

-No te preocupes, me uniré a ti, no hay prisa.-Respondió Lisa con la voz ronca y ansiosa.
Un jadeo se le escapo a la rubia al ver a su esposa desnuda y viendo el erguido miembro de su esposa, ansiaba ser tomada por ella, sabía que al menos, tendría un placentero matrimonio, aunque lo que no toleraría seria la infidelidad.

-Lalisa.-Rosé puso su palma en el pecho de la castaña impidiéndole avanzar.
-Solo te pido una cosa.-La rubia titubeó, apenas hablaba con su esposa, pero su dignidad, era mas importante, Lisa asintió con el ceño fruncido.
-Mientras estemos casadas, quiero que seas fiel, ambas, si alguna, es infiel, prefiero el divorcio inmediato.-Lisa asintió.

-Estoy de acuerdo.-Respondió la castaña, acorto la distancia, pero no para besarla, aunque los labios rojizos de la rubia parecían llamarla, pero que ridículo seria besarla.

Intriga chaelisa (gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora