♡ ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ ♡

Jjk: Megumi Fushiguro

El día comenzaba con una ligera neblina en los terrenos de la Escuela Técnica de Hechicería de Tokyo. _____ se había acostumbrado al ritmo de la academia, aunque nunca dejaba de sentirse un poco diferente. Siendo adoptada por Satoru Gojo, el hechicero más fuerte, las expectativas sobre ella siempre eran altas. A pesar de la carga, _____ mantenía la cabeza alta. Hoy, se le asignó una misión junto a Nobara Kugisaki y Yuji Itadori.

La misión no parecía complicada: exorcizar una maldición de grado medio que había estado causando problemas en las afueras de la ciudad. Mientras se preparaban, _____ notaba la energía juguetona entre sus compañeros, algo que le recordaba cuán solos solían ser sus entrenamientos.

— ¡Parece que esta va a ser pan comido! —exclamó Yuji con una sonrisa despreocupada, ajustando sus guantes.

Nobara asintió con confianza, mientras que Lauren permanecía en silencio, algo más introspectiva. Tenía una técnica poderosa, que le otorgaba el rango de segundo grado, pero el precio que pagaba por usarla era algo que solo ella entendía. Nadie más conocía el dolor que debía soportar cuando activaba los Espejos de Karma.

Al llegar al sitio, una vieja fábrica abandonada, _____ sintió la energía maldita resonando. La maldición apareció de inmediato, un ser oscuro con una figura humanoide deformada. Nobara fue la primera en atacar, lanzando sus clavos malditos con precisión.

— ¡Yuji, _____, cúbranme! —gritó mientras avanzaba.

Yuji se lanzó hacia la maldición, intercambiando golpes rápidos. _____, más atrás, observaba el movimiento de la criatura, buscando el momento adecuado para intervenir. De repente, la maldición de primer grado acumuló una gran cantidad de energía maldita en su puño, dirigiéndola directamente hacia Yuji.

— ¡Yuji, cuidado! —gritó Nobara.

Pero antes de que el golpe llegara a impactar, _____ se colocó entre ambos. Extendió su mano y activó su técnica. Los espejos invisibles se formaron frente a ella, absorbiendo el ataque de la maldición. La energía se comprimió en un pequeño destello antes de ser devuelta con el doble de fuerza, impactando a la criatura y destruyéndola casi al instante.

Yuji, sorprendido, se detuvo y miró a _____.

— ¡Wow, eso fue impresionante! —exclamó, sonriendo mientras se acercaba.

_____ apenas pudo devolverle la sonrisa. Aunque había reflejado el ataque, ahora sentía el peso del daño en su propio cuerpo. Su pecho comenzó a arder y un fuerte dolor recorrió su brazo izquierdo, que ahora temblaba involuntariamente. Intentó controlarse, ocultando el malestar frente a sus compañeros.

— Gracias... pero no es tan sencillo como parece —respondió, forzando una sonrisa.

Nobara se acercó también, pero sus ojos se afilaron al notar la expresión de _____. Algo estaba mal. La notaba demasiado pálida, y pudo ver un rastro de sangre en la mano de _____.