TR: Ran y Rindou Haitani

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El sonido de tus pasos resonaba por los pasillos vacíos de la escuela, los ecos le daban un toque monótono a tu regreso del aula

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El sonido de tus pasos resonaba por los pasillos vacíos de la escuela, los ecos le daban un toque monótono a tu regreso del aula. Solo querías llegar a tu club de arquería, una de las pocas cosas que te mantenía enfocada. Pero, como era tu suerte, a mitad del camino te encontraste con un grupo de chicos peleando.

A lo lejos, podías ver a los hermanos Haitani, Ran y Rindo, en el centro del alboroto. Estaban rodeados de otros estudiantes, claramente buscando pelea, y justo cuando evaluabas tu mejor ruta para evitar el caos, notaste que bloqueaban el camino más corto. Suspiraste con frustración. No era tu día.

Mientras evaluabas la situación, uno de los chicos se movió, aprovechando la distracción para atacar a uno de los Haitani por la espalda. Sin pensarlo dos veces, te adelantaste y con un movimiento seco azotaste la cabeza del chico con tu mano. El golpe resonó en el pasillo, y el agresor cayó al suelo, sorprendido.

Los hermanos Haitani te miraron, incrédulos, con esa expresión de "¿acaba de pasar lo que creo que pasó?". Tú, sin inmutarte, simplemente continuaste tu camino. Sin decir nada, caminaste con calma entre los chicos que estaban en el suelo, abriéndote paso sin mayor esfuerzo. Los Haitani seguían mirándote, desconcertados, mientras te alejabas, ignorándolos por completo.

Con la misma pereza con la que habías resuelto la situación, te deslizaste fuera del campo de visión de todos, retomando tu camino al club, como si nada hubiese ocurrido.

...

El día finalmente había terminado, y te encontrabas saliendo de la escuela con la mochila colgada despreocupadamente de un solo hombro. Tu uniforme escolar, al igual que el de muchos otros, había sido modificado con un toque de street style que reflejaba tu personalidad. La falda ligeramente más corta, la camisa suelta con las mangas arremangadas, y el lazo del cuello colgando de manera desordenada completaban el conjunto. A juego, unas zapatillas deportivas gastadas y tu cabello rubio, con esos mechones rosa característicos de los Kawata, despeinado en rizos que caían a tu alrededor, rebelde como siempre.

Mientras cruzabas el patio de la escuela, ya pensando en lo que harías al llegar a casa, oíste el rugido de una motocicleta acercándose a lo lejos. Alzaste la vista justo a tiempo para ver a tus hermanos, Souta y Nahoya, llegar como una tormenta. Ambos llevaban sus chaquetas abiertas y los pantalones del uniforme ligeramente caídos, lo que les daba un aire relajado y desenfadado. Era típico de ellos, nunca pasaban desapercibidos.

Nahoya fue el primero en verte, con su eterna sonrisa traviesa dibujada en el rostro, esos rizos rubios igual de desordenados que los tuyos. Souta, más serio pero igual de despreocupado, llevaba el casco colgando del brazo mientras hacía una señal para que te acercaras.

—¡_____! —gritó Nahoya, su voz resonando por el lugar—. ¿Qué tal estuvo la escuela?

Con un suspiro, caminaste hacia ellos, acomodando tu mochila mientras te acercabas a la motocicleta de Souta. Te lanzaste sobre el asiento trasero con la misma facilidad que siempre, dejando que tu mochila colgara a un costado.

♡ ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora