♡ ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ ♡

Bnha: Kai Chisaki

Caminabas por los pasillos del hospital, sintiendo la suave frialdad del suelo bajo tus zapatos de trabajo. El olor a desinfectante era fuerte, pero ya te habías acostumbrado después de tantos años en ese ambiente. Desde pequeña, habías recorrido estas salas, viendo a tu padre, el reconocido traumatólogo Mirai Sasaki, salvar vidas y atender pacientes con una precisión casi sobrehumana. Sin embargo, tu camino era distinto. A pesar de las expectativas que tu apellido traía consigo, habías decidido especializarte en psiquiatría.

Al llegar al ala de psiquiatría, una sensación de nerviosismo se apoderaba de ti. Era tu primer día con un nuevo paciente y habías oído hablar de él en los pasillos. Chisaki Kai, conocido no solo por su inteligencia, sino también por su extrema fobia a los gérmenes. Te habían advertido que sería un reto, pero estabas lista.

Respiraste hondo antes de entrar en la sala asignada para la sesión. El ambiente era más acogedor que en otras áreas del hospital, con paredes en tonos suaves y una luz cálida que contrastaba con la frialdad de las otras alas. Al abrir la puerta, tus ojos se encontraron con los de Chisaki, quien estaba sentado de manera rígida en una de las sillas, con guantes negros cubriendo sus manos.

—Buenos días, Chisaki-san. Soy _____ Sasaki, tu nueva psiquiatra —dijiste con una sonrisa, tratando de irradiar calma.

Él te miró con ojos cautelosos, apenas asintiendo con la cabeza.

—No me gusta que las personas se acerquen demasiado —

...

La sesión con Chisaki había sido más difícil de lo que esperabas. Apenas había hablado, y cuando lo hizo, fue con frases cortas y cargadas de desconfianza. Te miraba como si cada palabra que dijeras fuera una amenaza, cerrándose más en su mundo. Aunque era solo la primera sesión y tu objetivo era conocerlo, sentías que habías chocado contra un muro invisible, uno que él levantaba con precisión.

Cuando la sesión terminó, te levantaste con una sonrisa profesional, tratando de no mostrar frustración.

—Bien, eso será todo por hoy. Te acompañaré a tu habitación —dijiste, esperando que al menos respondiera con algo más que silencio.

Él asintió de mala gana, evitando cualquier contacto visual. Caminaste junto a él por los pasillos del ala psiquiátrica, manteniendo un paso calmado. Aunque el hospital estaba lleno de ruido, ese trayecto con Chisaki parecía sumido en un extraño silencio. Al llegar a su habitación, notaste a dos enfermeros que conocías bien, Hagakure y Ojiro, quienes tomaban los signos vitales de los compañeros de habitación de Chisaki, Kurono y Irinaka. Los tres parecían igual de reservados, aunque Chisaki siempre destacaba con esa mirada de desprecio.

—Nos vemos en la próxima sesión —le dijiste antes de despedirte.

Chisaki no respondió. Solo te miró con esos ojos fríos, llenos de desdén, como si tu sola presencia lo incomodara. No era algo nuevo, pero seguía siendo complicado trabajar con esa barrera.