capitulo 39

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pov Himejima

sentí como unos pasos entraban a la bodega, me tensé y me odié por desear que fuera ella que venía nuevamente donde mí.

pero eran unos reclutas

-jefe -escuché decir a Murata- q-que… ¿que es todo esto?

-no preguntes estupideces -le dijo Insuke acercándose a mí- a nadie le interesa, que bueno que te encontramos -me tomó del brazo, yo me seguia sintiendo debil, pero no por la herida física, que t/n restauró por completo- vamos a la base

-esta bien -le dije caminando a su lado en completo silencio

-¡amigo! -dijo Uzui al acercarse y abrazarme- mierda, estabamos preocupados

-vamos a la base -le dije serio e ignorando a los demás- debemos tener una conversación…

¿qué más podía hacer? me tenía que hacer cargo de mis actos, nadie dijo nada y preferí irme con Rengoku en su vehículo, sabía que era el más prudente para no preguntar nada

cuando llegamos a la base me entregaron una camiseta para cubrir mi pecho ya que la camisa que traía estaba totalmente destrozada, tenía que ir a la sala de reuniones pero me encerré varios minutos en el baño a llorar, no sabía cómo iba a seguir mi vida despues de amar tan intensamente a alguien que me engañó todo este tiempo, no sabía si podía creer que lo hizo por amor, pero ¿quien hace tales cosas por amor?

me lavé la cara y salí, cuando entré a la sala de reuniones todos se quedaron en silencio, los sentí a todos

-chicos… -alcancé a decir pero mi voz se quebró- y-yo…

-hijo -escuché la voz de mi jefe y sus pasos acercarse- vamos a conversar los dos priemero

-no, tengo que…

-es una orden -me dijo con tono serio, sentí la sorpresa de todos porque era primera vez que me hablaba de esa manera

en silencio lo seguí a su oficina que quedaba a un lado y al cerrar la puerta no aguantaba, necesitaba el abrazo de él, de mi mejor amigo, de mi padre

el me devolvió el abrazo muy preocupado

-¿qué fue lo que pasó?

-siempre fue ella -le dije entre sollozos- y yo fui el idiota que le daba la información que necesitaba

se quedó en silencio uno segundos- t/n -dijo al fin

yo asentí con la cabeza- me duele el corazón Kagaya, siento que me voy a morir, porque yo la amaba de verdad ¿por que me hizo esto? ¿por qué jugó conmigo así?

-no lo sé hijo… -me dijo como un susurro, pero sentía la pena en su voz- ¿pero estás seguro?

-se presentó en mi casa hace unos minutos, yo debería estar muerto, y ella me sanó con sus poderes… restauró mi herida

-eso significa que no es todo mentira, ella en realidad…

-ella es la culpable de todos los ataques Kagaya

nos quedamos en silencio, me dejó llorar como un niño llora en los brazos de su padre y luego cuando estuve más tranquilo él volvió a hablar

-en realidad no sé qué decir

-no tienes que decir nada -le dije- toda la culpa es mía

-no, tu único error fue enamorarte, pero… pudo haber matado a Kanae y no lo hizo, tuvo la oportunidad de matarnos a todos Himejima y no pasó…

-también lo he pensado -le dije colocándome de pie- y solo me hace mas daño pensar así, vamos a hablar con los demás

-ok, pero dejame decirte una última cosa -me tomó del brazo- no te sientas culpable por tratar de ser feliz Himejima, las acciones de ella no fueron tu culpa… yo no te culpo

sonreí, algunas otras lágrimas brotaron de mis ojos

-no diga eso frente a los demás que se darán cuenta que tienes favoritismo

-ya todos lo saben, no me preocupa -me dijo con la voz temblorosa y nos volvimos a abrazar- solo quiero verte feliz amigo mío

-lo sé -le dije y ambos salimos

la sala estuvo en completo silencio cuando empecé a hablar, conté lo que había sentido a veces cuando estaba con ella, lo que me había dicho tokito, Kanae, Sanemi, Rina y en cómo las últimos días me pedía que no abriera la cortina por que le “dolía la cabeza” en las muestras que le pedí a shinobu cuando ella estaba inconsciente y que nunca fui a buscar el resultado por que tenía miedo a lo que iba a salir ahí, en como se presentó en mi casa y me salvó la vida y perdoné la de ella

Luego aguantando las lágrimas con todas las fuerzas que me quedaban me incliné a modo de respeto

-perdón… en serio, necesito que me disculpen…

-no lo puedo creer -dijo con voz molesta Rengoku, estaba totalmente furioso- en serio no puedo creer que te hayas dejado engañar de esta manera

todos quedaron sorprendidos

-amigo, espera… -trató de intervenir Uzui, pero el pilar de la llama estaba muy molesto

-no, mi hija corrió peligro, incluso la tuvo entre sus brazos por que se supone que era la novia de Himejima, ¿como mierda se te ocurre perdonarle la vida? ¡QUISO MATAR A MI HIJA! -gritó

-¡Kyojuro Rengoku! -dijo kagaya en un tono que jamás le habíamos escuchado pero yo levanté la mano

-déjelo señor -le dije agachando la cabeza- tiene razón de estar molesto

-eres un egoísta -dijo Rengoku y eso me dolió hasta el alma- no tuviste que haberla dejado con vida

-no -le dije tratando de esbozar una sonrisa- entiendo tu dolor, me puedes decir de todo menos egoísta Kyojuro -le dije dejando nuevamente que las lágrimas brotaran de mis ojos- por que he sido yo el que ha tomado las decisiones más difíciles para que hoy tú tuvieras una familia…

-¿Qué estás diciendo? -me dijo sorprendido y molesto

-¿quién crees que aceptó tu petición de cuidar a Rina en tu casa aunque no fuera el protocolo? -dije- ¿crees que ella estaría viva si yo hubiera decidido intervenir cuando creí que ella había matado a una chica en esa cabaña en el bosque? creeme, ninguno de ustedes me hubiera podido detener y hoy no estaría viva, ¿quién crees que la dejó en ese bar a tan pocas horas de acá cuando te olvidó? la querían enviar a otro país… pero yo sabía cuanto la amabas así que no quise enviarla lejos, y por si se preguntaban, ¿quién creen que envió reclutas a País para cuidar a Tami cuando iba por esa flor? ¡¿QUIEN MIERDA LES TAPA TODOS LOS ERRORES QUE USTEDES COMETEN?!... ¿quien se lo pasa trabajando para que ustedes tengan una vida fuera de aquí? -dije ya con la voz quebrada- perdonenme por primera vez tomar una decisión para sentir un poquito de felicidad en mi vida… no volverá a ocurrir

y salí de ahí para irme a caminar solo por la noche, necesitaba estar solo

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