Capítulo 12.

1K 101 5
                                    

ENID

Los Seahawks ganaron. Yoko
incluso anotó un touchdown en su
debut, pero no me atreví a mirar la
reacción de Weds. De hecho, cuanto
más tiempo estaba sentada en esta
silla, menos podía soportar la ola de
tensión entre nosotras.

-¿Enid?

Parpadeé rápido, al darme cuenta
de que Divina estaba diciendo mi
nombre, miré a mi lado. Ella se
inclinó hacia delante, haciéndome
un gesto para que también lo hiciera.

-¿Estás bien?-susurró, y miró
cautelosamente a Wednesday mientras ella miraba por la ventana hacia el campo desalojándose.

Asentí, pero Divina dijo:

-No te hará daño.-Fruncí el ceño,
desconcertada.

-Qué estás...

-Has estado mirando a Wednesday todo el partido, y sé que es porque le tienes miedo. Se ve aterradora, con todas esas cicatrices y tatuajes, y esos ojos oscuros que parecen que pueden incinerar a la gente a la que mira. Pero no te hará daño. Puedes estar segura de eso.

Conmocionada porque obviamente
le estuve prestando mucha atención a Wednesday, simplemente asentí y me senté en mi asiento, rezando para que Erik y Yoko se apresuraran y llegaran aquí para que pudiéramos irnos.

Necesitaba tiempo para pensar. Sólo necesitaba tiempo para lidiar con esto...

Entonces Wednesday se levantó de su silla y me congelé.

Mis manos se pusieron húmedas
mientras veía a Wednesday escanear la habitación. Naila y Divina también la miraron. Wednesday se veía desanimada y
sus puños se abrían y cerraban.

Actuaba nerviosa por algo, y la
razón de ese nerviosismo pronto
se descubrió cuando caminó hacia
Taylor.

-¿Quieres ir a buscar una bebida o algo para comer conmigo,
hermanita? -preguntó, y mi pulso
se aceleró, viendo el destello de
esperanza brillar en sus ojos.

Pero Taylor la ignoró y mantuvo la
cabeza baja. El rostro de Tay era de
piedra mientras su mandíbula se
apretaba.

-¿Taytay?-insistió Wednesday y estiró la mano para tocar el hombro de Taylor.

Taylor movió su hombro
bruscamente.

-No voy a ninguna parte contigo.

La expresión de puro dolor que
cruzó el rostro de Wednesday fue mi perdición. Eso me afectó hasta
la medula y excavó un pozo de
simpatía en mi estómago del
tamaño del Gran Cañón. Y luché contra el impulso de ponerme de
pie y abrazarla.

-¿Me traes una botella de agua, Wedny, si vas a la barra? -dijo Divina, y Wednesday asintió, aparentemente agradecida por algo que hacer después de ser tan duramente rechazada. Se movió
para dejar la habitación, pero no
antes de echarme un vistazo, con un destello de dolor desesperado en su mirada.

Cuando Wednesday dejó la habitación, Divina enfrentó a Taylor.

-Tay, ¿tenías que ser así?-dijo, la
decepción era evidente en su tono.
Taylor se encogió de hombros.

-No quería una bebida.

Divina suspiró y dejó caer la cabeza. Naila se movió hacia adelante para consolar a Divina, cuando Erik entró en la sala.

Erik, como siempre, fue en línea
recta hacia Naila y, envolviendo sus
brazos a su alrededor, tiró de ella
para darle un beso.

Yoko entró en la sala poco después
de Erik, e inmediatamente sus ojos
comenzaron a buscar en la suite.
Todos sabíamos que buscaba a Wednesday.

Dulce Esperanza (Wenclair Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora