-Excelente, lo que me faltaba- exclamó Bosco segundos después de que la casa de los Roble se quedaba en penumbras por completo.
-Se fue la luz- dijo su papá con obviedad, provocando que Bosco pusiera los ojos en blanco ante la capacidad que tenía para resaltar lo evidente.
-Que raro, pagamos el recibo a tiempo- la voz apenada de Paz lo hizo sonreír burlonamente, pues dudaba mucho que eso fuera verdad.
-Seguramente tronó un transformador; Salomón, ve a checar, mijo- exclamó doña Lupita con preocupación.
-Claro, abue, voy de volón- ese comentario tan típico del novio de su hermana hizo que Bosco sintiera ganas de irse de ahí cuanto antes, rodeado de un montón de gente que no le caía bien, en un ambiente muy diferente al que estaba acostumbrado.
-Te acompaño, amor- se ofreció Gala.
-Gala mejor quédate, puede ser peligroso salir- susurró Bosco con algo de miedo ante la idea.
-No empieces, Bos- le respondió Gala mientras salía de la casa junto a Salomón.
-¿A poco te da miedo salir, Bosco?- se burló Pedro Pablo a sus espaldas, provocando que el ceño de Bosco volviera a aparecer.
-Pues si, aquí roban y matan- respondió enojado- pero como tú eres de su banda, por eso a ti seguro no te hacen nada-
-No empiecen, niños- los regañó Paz- yo voy a ir con doña Altagracia por velas en lo que Salomón y Gala checan lo del transformador- exclamó la tía de Pedro Pablo.
-Te acompaño, Paz- se ofreció su papá de inmediato, como no podía ser de otra forma.
-Nosotras vamos a ir con la madrina de Gema para ver porqué nos cortaron la luz, seguro fue cosa de esas dos- dijo Mireya mientras salía de la casa junto a doña Lupita.
-Bosco, ¿vienes con nosotros?- preguntó su papá mientras tomaba a Eder de la mano para que los acompañara.
Bosco lo pensó un momento, pero no tenía ningún interés en deambular por el barrio junto a su papá y su nueva novia; además, se sentía un poco más seguro dentro de la casa que en las calles del barrio.
-No, aquí los espero, papá- respondió Bosco.
-Yo si voy con ustedes- dijo Pedro Pablo de inmediato, siendo detenido con un gesto por su tía Paz.
-No, mijo, quédate aquí con Bosco, no se le vaya a ofrecer algo; acuérdate que él no conoce la casa- le dijo Paz a su sobrino con suavidad.
Bosco no entendía muy bien qué se le podía ofrecer en esa casa, y tampoco entendía qué se suponía que tenía que conocer, si bastaban menos de cinco minutos para recorrer la casa entera dos veces, pero no dijo nada de todas formas para evitar un regaño de su papá.
-Pero tía...- se quejó Pedro Pablo, seguramente molesto ante la idea de quedarse solo con él.
-Por favor, Pepa- le pidió Paz de nuevo con amabilidad.
Bosco escuchó como Pedro Pablo soltaba un suspiro dramático antes de responder -esta bien, tía- se limitó a decir.
Tras hacerle prometer que lo llamaría ante cualquier cosa, su papá se fue junto con Eder y Paz a la tienda de la dichosa Altagracia, dejándolos a él y a Pedro Pablo a solas en la sala de la casa, en medio de la oscuridad.
Bosco no sabía muy bien qué hacer o qué decir en ese momento; a pesar de que Pedro Pablo no era su persona favorita en el mundo, siempre le había parecido alguien muy interesante, y tal vez, muy en el fondo, siempre había querido tener la oportunidad de platicar un poco más con él, de preferencia sin nadie de sus familias de por medio
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Sobre el amor|| Bospa
FanfictionPequeña antología de one shots inspirados en Pedro Pablo Roble y Bosco Villa de Corted.