𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟐

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(𝐕𝐢𝐜𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚)

Estamos en una habitación de un motel, en una habitación llamada "mirror mirror"

Cuando entré en ella, entendí por qué ese nombre, estábamos rodeadas de ellos por todos lados.

Hacia cada lugar que miro, veo mi imagen y la de Alice reflejadas.

Diría que quien decoró esta habitación sufría de gran narcisismo.

Alice me trajo hasta aquí y yo estaba tan desorientada a causa de la forma en que me tomo en el baño de la discoteca que no, ofrecí ninguna resistencia.

Sin embargo, no pretendo ceder tan fácilmente, no me gustó la forma en la que sentí que vio a Camila, el como la abrazo.

Pretendo provocarla, que sepa que no solo ella puede provocarme.

Todavía estamos totalmente vestidas, de pie, una frente a la otra, analizandonos sin decir ninguna palabra.

Se podía percibir la tensión de lejos, bastaba un gesto, una palabra para hacer estallar el conflicto entre las dos.

—¿Te gusta la habitación, Muñequita?— ella habla diciendo lo último con un tono de burla.

—Muy llamativa. Una pena que no vaya a ser usada.

—¿A no?¿Por qué dices eso?— me pregunta, frunciendo el ceño.

—Porque no pretendo ir a la cama contigo tan pronto. En realidad, lo que pasó en el baño del club fue un lapsus momentáneo. Estaba bajo los efectos del alcohol y acabé permitiendo que me tocases y me trajeses hasta aquí, pero ahora todo el deseo que sentí en aquel momento se evaporó— digo, cínicamente, mirándola con superioridad.

—¿Tu resistencia al alcohol es poca?, Pues solo vi que te bebías una copa, y además la dejaste a la mitad.

—En realidad, además del alcohol, fue el aroma del cuerpo de Ava cuando se me acerco mientras bailabamos. Esa mujer tiene un aroma excitante— doy un golpe bajo.

El cambio que se produce en la expresión de Alice es evidente, no consigue disfrazar la furia desbordante que se apodera de su cuerpo.

Comienza a caminar lentamente hacia mí y yo doy dos pasos hacia atrás, mirando furtivamente hacia los lados, buscando un lugar donde poder permanecer alejada de ella.

Diviso una mesa en otra zona de la habitación.

Cuando ya estamos cerca de la mesa, corro y me pongo al otro lado del mueble, y Alice suelta una sonora carcajada.

—¿Crees que puedes escapar de mí? Si no vienes por las buenas, será por las malas y sé que estás loca para que te agarre por la fuerza, ¿verdad? Debo decir que tu intento de usar a Ava para provocarme, tuvo éxito. Ya sabes que me muero de celos al verte en los brazos de alguien más, y sé que todo lo que has hecho hoy fue pensando en provocarme, cualquier día pierdo la cabeza y cometo una locura y la culpa será exclusivamente tuya— dice entre dientes, caminando lentamente hacia su lado izquierdo, dando la vuelta a la mesa, y yo hago lo mismo, manteniéndome alejada de ella.

—Oh querida deberías aprender a controlar ese genio posesivo, ya que te aseguro que eso va a pasar muchas veces más, ya que, según tú misma, soy una zorra— digo, burlándome de ella, observando cómo se va desvistiendo.

Alice está completamente desnuda, mientras que yo permanezco vestida de los pies a la cabeza.

Ella salta sobre la mesa y yo salgo corriendo, pero allí solo hay una cama, unas mesillas de noche y una enorme televisión que pasaba un peli porno hetero.

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