—¡Ava, suéltala!, No seas intensa.
Oyeron la voz cortante de la pelinegra, mientras que la castaña solo la miraba con burla.
A Victoria le generó una corriente por todo el cuerpo el tono de voz y la mirada fria que Alice le dirigía a la castaña.
La película seguía andando y se podía escuchar claramente que las dos actrices ya estaban llegando al climax.
Pero Ava parecía más interesada en besar, abrazar y apretar a Victoria demostrando con aquellos gestos cuánto la había echado de menos, ya que hacía meses que no la veía.
Victoria siempre habia disfrutado las muestras de cariño, así que esto solo la hacía feliz.
Pero no era un secreto para nadie que la pelirroja lo que tenía de hermosa lo tenía de despistada. Entonces, no se dió cuánta que al abrazar por el cuello a Ava, depositando un delicado beso en su rostro. Alice no estaba muy feliz al ver semejante interacción que a su parecer era extremadamente cariñosa.
La pelinegra se estremeció de rabia. La sangre pulsaba caliente en sus venas y su mirada adquirió una expresión mucho más furiosa, si eso era posible.
Cuando Ava finalmente la soltó, se dirigió a la cama de Victoria nuevamente, consciente de que Alice la seguía con la mirada.
—¡Las extrañe tanto!.— dijo la castaña enérgica.
—Yo tambien te extrañe mucho, fueron demasiados meses está vez — respondió la pelirroja sentándose a su lado en la cama.
—Tienes razón fue tanto tiempo que creo que se me olvidó hasta el idioma— dijo la castaña en tono de broma, mientras miraba a la pelinegra parada aún en el Umbral de la puerta.
—Lamentablemente no se te olvidó la dirección de esta casa.— Respondió sentándose también junto a ella.
—Extrañaba ese humor tan ácido que solo tu tienes, mi niña linda.
Victoria amaba las interacciónes de ese par. Se acordó de la vez que Alice se había escapado a una fiesta a la que su padre no le dió permiso y para su mala suerte Ava estaba allí y solo para reírse un poco llamo a James por video para que viera a Alice en la parte de atrás bailando con una chica. Luego de eso la pelinegra estuvo castigada por un tiempo y odiando a Ava.
—No me digas niña, ya no soy una niña —murmuró Alice, con los brazos cruzados, sin dignarse a mirar a Ava.
A Victoria no podía divertirle más las interacciónes que las dos mujeres tenían siempre.
—Para mi siempre vas a ser esa pequeña y dulce pelinegra que corría por todas partes — le sonrió —¿Me extrañaste Ali?— añadió con una mirada de esperanza y un pequeño puchero.
—¡Claro que sí!— dijo la morena, sonriendo.
Ambas podían parecer odiarse pero la verdad era que si había alguien en este mundo en el que Alice confiará al cien por ciento era en Ava.
Después de un rato conversando las tres de las múltiples aventuras de la castaña. Alice llevo a Ava a la que siempre era su habitación cada que iba a visitarlas, Mientras tanto Victoria salía de su propia habitación, contenta de la llegada de su amiga luego de no haberla visto por tanto tiempo.
Cuando ya estaba en la sala, escuchó pasos detrás. No necesito girarse para saber de quién se trataba.
Podía sentir la respiración de Alice cerca de su nuca.
—Tu y Ava son bastante cariñosas al parecer— hablo la morena con un tono pesado.
Victoria se giro lentamente y se sorprendió con la mirada de enojo de la mujer.
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Paradoja
Roman d'amourAlice la hija de su difunto marido llega a vivir con ella a la casa, luego de extrañas y directas confecciones ambas deciden dar un paso más allá.