Love Story ( 💛N x Uzi💜 ) AU Humano.

𝟏𝟓. 𝐌𝐢𝐫𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐦𝐢.

Tus ojos brillan como estrellas
cuando se trata de ella,
¿Qué tengo que hacer para que
su brillo me pertenezca?
Si solo pudieras ver todo lo que
siento por ti, quizá solo así
podrías mirarme a mi.

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Luego del funeral de mi madre, nos quedamos en un departamento temporal, mientras mi papá se dedicaba a cubrir los gastos pendientes del hospital y realizar trámites. Poco a poco, se volvió más distante. Era como si apenas existiera en el mismo espacio. Ya no me miraba, ni me hablaba, y con el tiempo, nuestras conversaciones se convirtieron en breves frases intrascendentes o en absoluto silencio.

Yo me refugié en las clases en línea para no perder el semestre. Aunque lograba mantenerme ocupada, sentía que todo se volvía monótono y asfixiante. A veces, en mis ratos libres, hacía llamadas con N o Thad, mis dos únicos puntos de conexión con el mundo exterior, para intentar distraerme y no dejarme hundir en mi propia oscuridad.

Las semanas se sentían eternas. Un bucle interminable de aislamiento. No veía el momento de regresar a Copper City, a mi hogar, a una rutina que al menos no se sentía tan vacía.

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— Entonces, ¿Thad irá a competir? —pregunté a N mientras hablaba con él por teléfono, mis dedos deslizándose sin mucho interés sobre el papel donde estaba dibujando.

— ¡Sí! ¿No es genial? —respondió N con entusiasmo— Me alegra mucho por él. Sabes que ha estado practicando un montón.

Su felicidad por Thad me hizo sonreír un poco, pero rápidamente recordé dónde estaba y suspiré, intentando no caer de nuevo en el mismo agujero.

— Y bueno, ¿cómo va todo por allá? —preguntó N con su voz cálida y siempre atenta.

Me levanté del sofá en el que estaba y caminé hacia la habitación, buscando algo de privacidad.

— Aburrido, como siempre. Es como si siguiera sola en casa. Mi papá ni siquiera me mira... ni me habla. —El tono de mi voz salió más seco y distante de lo que pretendía.

— Uzi… lamento mucho que estés pasando por esto. De verdad. —Su tono se suavizó, y por un momento casi pude imaginarlo allí, sentado a mi lado—. Pero te prometo que cuando vuelvas, todo será mejor. Te vas a sentir mucho más acompañada, como antes.

— Ojalá. —Me dejé caer sobre la cama, sintiendo el peso en mi pecho— Estoy harta de este lugar. Quiero volver ya.

— Lo sé, puedo imaginar lo frustrante que debe ser. —N sonaba sincero, pero había algo más en su tono, algo que no había escuchado antes—. Uzi, hay algo importante que quería contarte... eres mi mejor amiga, así que quería decírtelo personalmente.

Su nerviosismo me llamó la atención. No era común en él sonar tan inseguro. Me incorporé un poco, dejando el lápiz a un lado.

— ¿Qué pasa? Te escuchas raro. —Intenté sonar despreocupada, aunque la curiosidad me invadía.

— Bueno, es que… —hizo una pausa, y luego soltó una pequeña risa nerviosa—. V y yo... formalizamos. Ella es oficialmente mi novia ahora.

Sentí como si me hubieran tirado un cubo de agua helada. Mi estómago se revolvió y, por un momento, no supe qué decir. Pero no podía dejar que él lo notara. No podía.

— ¡Oh! Vaya… eso es… —Forcé una sonrisa, aunque sabía que él no podría verla— Me alegro mucho por ustedes, N. En serio.

— Gracias, Uzi. —N sonaba emocionado. Lo conocía lo suficiente para saber que esto lo hacía muy feliz, y aunque una parte de mí quería estar genuinamente contenta por él, la otra parte se sentía desgarrada.