Love Story ( 💛N x Uzi💜 ) AU Humano.

𝟐𝟏. 𝐀𝐫𝐫𝐢𝐞𝐬𝐠𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬

Solo di que me amas,
Juro que mi corazón
y  alma  ya  son solo
tuyos.

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Al amanecer, los rayos del sol se filtraron por la ventana de la habitación de Uzi, obligándola a levantarse. Después de lo que había ocurrido en el parque y los días posteriores, su corazón no paraba de alterarse al pensar en lo que casi sucedió entre ella y N.

—Maldito sol—murmuró mientras se levantaba de la cama y se dirigía al baño.

Durante los últimos días, sus interacciones con N habían cambiado. Tal vez no era la gran cosa, pero a veces, cuando caminaban juntos, sus manos se rozaban, y, por alguna razón, cada vez que eso sucedía, N tomaba su mano y la atraía hacia él. Estar cerca de él se volvía cada vez más difícil de manejar.

En estos días, N la había invitado al cine y habían asistido juntos a un pequeño evento en la empresa de su madre. No se podía olvidar que, en más de una ocasión, N había estado a punto de besarla, pero siempre se detenía antes de siquiera rozar sus labios con los de ella.

Los amigos no deberían hacer esas cosas... ¿verdad?

—Bien... Hoy veré a N en el acuario. ¿Qué se supone que debo usar?—se preguntó a sí misma mientras miraba su armario—. Quizá algo como...

Susurró después de tomar un vestido negro que le sentaba perfectamente, y como era de costumbre, lo combinó con un par de botas de plataforma.

Al terminar sus deberes, llamó a N para confirmar el sitio de encuentro acordado, ya que esta vez N no podía pasar por ella.

Una vez que confirmó el lugar, se dirigió al acuario, encontrándose con N en la entrada.

—¡Uzi!—saludó con energía, corriendo hacia ella para abrazarla.

—Hey, N—respondió, sintiendo el calor de su cuerpo cuando él la alzó en un abrazo—. N... me estás... apretando demasiado.

—Ah, lo... lo lamento, Uzi—se disculpó, bajándola suavemente de sus brazos—. Te ves hermosa, ese vestido te queda bien.

La dulzura en su voz hizo que Uzi se pusiera nerviosa, sintiendo cómo sus mejillas ardían. N parecía no notar su sonrojo, aunque probablemente era exactamente lo que quería.

—G-gracias...—dijo, apartando la mirada—. Y bien... ¿vamos?

—¡Ah! Sí, claro.

Ambos caminaron hacia el acuario. Durante el trayecto, hablaron de cosas triviales, aunque por momentos la tensión se hacía palpable, y se quedaban callados, disfrutando simplemente de la compañía del otro. Al llegar, N compró dos entradas y comenzaron a explorar.

—Entonces... ¿a dónde te gustaría ir primero?—preguntó N, mirando el mapa del acuario.

—No sé... ¿vamos a ver los caballitos de mar?—sugirió Uzi, fascinada por la iluminación y la cantidad de peceras.

N sonrió al ver la maravilla en los ojos de Uzi. Se acercó y tomó su mano para guiarla hacia la sección de los caballitos de mar.

—Vamos.

Uzi bajó la mirada a sus manos entrelazadas, sintiendo una pizca de nerviosismo mientras sus mejillas volvían a calentar. No podía entender cómo un simple contacto físico con él era capaz de alterar tanto su corazón y sus sentidos.

—Después de los caballitos de mar, ¿qué te gustaría ver, Uzi?—preguntó N, notando el sonrojo en sus mejillas.

—Eh... Tal vez... mantarrayas—contestó, evitando hacer contacto visual con él.