Love Story ( 💛N x Uzi💜 ) AU Humano.

𝟐𝟑. 𝐒𝐞𝐥𝐥𝐚𝐫 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨

✩*⢄⢁✧ --------- ✧⡈⡠*✩

Porque te amo
Más de lo que mis
Palabras pueden expresar.

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La noche aún era joven cuando Uzi y N salieron del invernadero, sus manos entrelazadas como si temieran que la realidad se desvaneciera junto con la calidez que habían encontrado dentro. Las luces de la ciudad titilaban a la distancia, reflejándose en el asfalto húmedo por la lluvia reciente, creando un camino de destellos que parecía extenderse hasta el horizonte. Uzi, que solía buscar refugio en su caparazón de soledad, ahora sentía que algo había cambiado en el aire, en su propia piel, mientras caminaba junto a N.

—¿Te digo algo? —Uzi rompió el silencio, su voz apenas un murmullo mientras caminaban sin rumbo siguiendo la inercia de la noche—. Sinceramente... Me parece increíble cómo hemos llegado hasta aquí. Si alguien me hubiera dicho hace unos meses que estaríamos juntos así, habría pensado que era un mal chiste.

N sonrió, la expresión serena y familiar, esa que siempre parecía devolverle algo de paz a Uzi cuando todo se volvía demasiado abrumador. Apretó suavemente la mano de ella entre la suya y respondió, su tono ligero pero lleno de sinceridad. —Yo también pensaría lo mismo. Siempre tuve miedo de dar ese paso, pero... aquí estamos. Y no quiero que sea diferente, Uzi. Me gusta pensar que esto, lo que tenemos, es real.

Uzi miró hacia adelante, los edificios y las calles pasando como un paisaje borroso a su alrededor, mientras procesaba sus palabras. Había algo reconfortante en la forma en que N decía las cosas, como si estuviera hablando de un secreto compartido solo por ellos dos. —Tampoco yo —dijo finalmente, aunque su tono bajó un poco, dejando entrever una ligera inquietud—. Pero... no sé. A veces siento que todo es demasiado bueno para ser cierto, ¿sabes? Como si en cualquier momento algo fuera a cambiar, como si no mereciéramos que todo fuera tan... fácil.

N se detuvo, tirando de su mano para que se volviera hacia él. La luz de un farol cercano iluminaba su rostro, haciendo que sus ojos claros brillaran como el reflejo del agua en calma. Observó a Uzi durante un segundo, como si buscara entender lo que había detrás de sus palabras. —Uzi, —su voz se tornó suave, pero firme—, ¿qué fue lo que te hizo pensar eso?

Ella alzó la vista hacia él, mordiéndose ligeramente el labio, sin saber cómo explicarlo. —Es solo... miedo, supongo. Miedo de que algo pase y todo esto se acabe. —Uzi hizo un gesto con la mano libre, como si intentara señalar lo que había entre ellos—. No es que dude de ti, es solo que... no sé si estoy acostumbrada a que algo me haga tan feliz.

N soltó una risa suave, aunque no era una risa de burla, sino más bien de comprensión. Dio un paso más cerca de ella, y con una gentileza que siempre le sorprendía, le acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja. — A mí también me asusta. Pero prefiero enfrentar ese miedo contigo que dejar que me aleje de ti. —Hizo una pausa, buscando sus ojos—. Porque, Uzi, todo lo que hemos pasado juntos ha sido real. Y aunque no sé qué va a pasar en el futuro, sé que no quiero que ese miedo nos detenga.

Por un momento, Uzi se quedó en silencio, procesando cada una de sus palabras. La inseguridad que sentía se disipó un poco, como una neblina al amanecer, dejando paso a una sensación cálida y reconfortante. Sin darse cuenta, una sonrisa suave se dibujó en su rostro, algo que raramente mostraba. —Supongo que no me dejas otra opción más que creerte, ¿eh?

—Esa es la idea —respondió N, guiñándole un ojo antes de empezar a caminar de nuevo, sin soltar su mano. La ciudad seguía murmurando a su alrededor, con la vida nocturna bullendo en cada esquina, pero para ellos, era como si el mundo se hubiera reducido a ese pequeño universo compartido.