( sin editar. Posibles errores de redacción y fluidez ) ."¿Te sientes mejor?" pregunta Ethan, tendiéndole a Sam una taza de café, intentando mantener sus manos firmes, el olor amargo del líquido quemado llenando el aire. La calidez de la taza es un contraste absoluto con el frío que parece haberse instalado en su pecho desde que Sam lo confrontó. Sam la acepta en el sofá de Charlie, el mismo en el que fingió dormir horas atrás. Sam, hundido entre los cojines, parece mucho más pequeño de lo habitual, sus hombros encorvados y su mirada fija en la taza entre sus manos. Esa imagen frágil le recuerda a Ethan a la noche en la casa de Billy, cuando Sam, vulnerable y tan joven, le confesó que estaba asustado de sí mismo.
El espacio entre ambos parece cerrarse por momentos, pero a la vez está cargado de tensión. Ethan, que normalmente se deja paralizar por sus propios nervios, se sorprende al descubrir que la preocupación que siente por Sam logra anular, aunque sea temporalmente, el miedo que lo consume. Se acomoda en la mesa baja frente a Sam, allí donde Charlie solía descansar los pies mientras veía partidos de fútbol por la noche. Desde que Ethan comenzó a dormir en el sofá, todo en la casa parecía haberse detenido en una rutina incómoda.
"Ya me preguntaste eso," responde Sam, su voz cansada, sin levantar la vista. Sus cejas fruncidas denotan una mezcla de frustración y agotamiento. Aunque su enojo ya no está dirigido exclusivamente a Ethan, sigue palpable en el ambiente. Ethan tiene el presentimiento de que Sam a redirigido su ira así mismo, y algo en eso, aunque sea solo una asunción, no le agrada.
"Y no respondiste," insiste Ethan, en voz baja.
Sam asiente levemente, su respuesta apenas un murmullo. "Estoy calmado," dice, aunque la palabra parece quemarle los labios. Sam no está hecho para la calma, no en momentos como este, y lo irrita aún más. Aun así, esa tranquilidad que pretende es lo único que parece sostenerlo en ese momento. Eso, y Ethan.
A pesar de esa calma forzada, Sam no ha olvidado por qué está ahí. Ha estado esperando afuera de la casa por horas, impaciente, y ahora fija una mirada acusatoria en Ethan, quien de inmediato siente cómo su nerviosismo regresa con fuerza.
"Dijiste que hablaríamos" su tono traiciona a Sam, esta vez con un tono más duro, los ojos fijos en los de Ethan, desafiándolo. Es un sonido que atraviesa las defensas de Ethan, quien, por instinto, desvía la mirada. El peso de las palabras de Sam y la forma en que lo mira lo hacen sentir expuesto, vulnerable. Y después de esas horas de autocompasión se siente drenado, dejándolo impreparado para enfrentarse dignamente a Sam"¿De qué quieres hablar?"
Ethan intenta mantener la mirada de Sam, pero es incapaz. Sus ojos comienzan a buscar refugio en cualquier rincón de la sala que no sea el rostro de Sam, quien interpreta el gesto como arrepentimiento. Y no está del todo equivocado. Pero también hay algo incorrecto en eso.
"No te comportes tan infantilmente. ¿No eras un adulto?¿no te gusta repetirlo todo el tiempo?" Su tono debería haber sido suficiente para amedrentarlo. "Un adulto que huye en plena madrugada"
"Samuel"
Sam deja la taza sobre la mesa con un golpe seco, el café derramándose ligeramente. Luego, su mano se posa con firmeza sobre la rodilla de Ethan, la piel bajo sus dedos ardiendo, y de inmediato Ethan siente un escalofrío recorrerle la columna, el cuerpo tensándose ante el contacto.
"¿Sobre qué quieres hablar?" Sam repite, esta vez subiendo tono le suena a burla a Ethan. Y descubre que no le agrada Sam molesto. "Soy solo un chico que no entiende nada, ¿cierto?. Explícamelo"
Ethan lo mira, frunciendo el ceño.
"¿Qué?" Reta Sam, apretando su mano sobre la rodilla de Ethan con un gesto desafiante. "¿Apenas te estoy tocando y ya no puedes hablar?"

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filed teeth | Sam uley.
FanfictionEn el corazón de la reserva de La Push, la niebla se alzaba como un velo antiguo, ocultando los secretos y las historias de sus habitantes. Los árboles susurraban con el viento, compartiendo cuentos de antaño que solo aquellos con oídos atentos podí...