❀ Capitulo siete

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Llegué a casa después de la escuela. Busqué por todos lados a Felix pero no lo encontré, seguramente había ido a ver a su madre.

Comencé con la tarea. Al terminarla volví a pensar en lo que ese anciano me dijo. Había hablado muchas veces con Felix pero lo que sabía sobre su muerte hasta ahora no era mucho, me di cuenta que era algo que no le gustaba recordar.

Recuerdo que cuándo comencé a asistir a terapia, después de que Erika me dijera que Felix solo era un mecanismo de supervivencia de mi cerebro, comencé a buscar información sobre él, y lo que encontré me destrozó por completo.

Su caso fue muy conocido porque él era un estudiante con excelencia, tenía un futuro prometedor, muchas preparatorias lo querían e incluso estaba por asistir a las olimpiadas académicas. Era demasiado perfecto, no andaba en malos pasos, no tenía pareja. Y todos sus amigos eran buenas compañías. Todo iba excelente en su vida hasta que pasó lo peor.

Encontraron su cuerpo sin vida junto a un lago en el bosque. Las noticias estaban infestadas con artículos al respecto. Dijeron que murió de un golpe en la cabeza, además de que había sufrido abuso sexual. No encontraron al culpable, solo había un sospechoso muy fuerte y ese era su profesor de matemáticas. Sin embargo no habían pruebas suficientes para incriminarlo. La escuela lo despidió y le retiraron su licencia, lo perdió todo e incluso a su esposa e hijos. Tiempo después se suicidó.

Nunca le pregunté a Felix al respecto. Él jamás tocaba ese tema conmigo, pero ahora sabía porque estaba tan preocupado por mí cuándo cometí la locura de ir con Yuta. Él no quería que me pasará lo mismo.

No sabía cómo era su madre, solo sabía que Felix la amaba tanto cómo ella a él. Su hermana menor se fue al extranjero para la universidad, y su padre se la pasaba todo el día en el trabajo. Sabía que su madre lloraba todo el tiempo, lo notaba porque cada que Felix regresaba después de verla se notaba triste.

Salí de mis pensamientos cuándo lo sentí recargarse contra mí, sonreí aún sin mirarlo. Me encantaba poder sentirlo así junto a mí.

—Es bueno poder tocarte— escuché su voz melancólica. Asentí.

—Creo que ahora sí podrás golpearme— bromee.

—Solo a ti— suspiró— No puedo tocar nada más que a ti.

—¿Lo intentaste?— lo confirmó y entonces lo miré.

—Pero estoy bien con eso— sonrió.

Volvimos a recargarnos el uno contra el otro y nos quedamos en silencio. Solo se escuchaba el sonido de algunos autos en la carretera y el viento soplando las hojas de los árboles.

—Lix— lo llamé y él hizo un sonido confirmando que me escuchaba— ¿Por qué te quedaste?.

—¿A qué te refieres?— se separó ligeramente de mi y me miró confundido.

—¿Por qué no…, tu sabes.. ¿Por qué no subiste?— no sabía cómo preguntarle.

—¿Te refieres al cielo?— asentí— No lo sé— bajó la cabeza— Solo sé que cuando morí estaba muy confundido, sentía un excesivo frío y todo me dolía. No estoy seguro qué exactamente, solo sé que sentía mucho dolor— volvió a mirarme y sonrió— Hasta ese día que me hablaste.

—¿Dices que dejaste de sentir dolor?— en verdad no me esperaba eso.

—Siempre que estoy contigo.

 Guardé esa nueva información y me permití dormir a su lado. No estoy seguro de cuánto tiempo pasó, pero al abrir los ojos, Felix se encontraba frente a mi con el ceño fruncido y me miraba con furia.

—¿Cuándo ibas a decirme?— no comprendí hasta que vi mi computadora cerca de mi con un e-mail abierto.

—¿Qué fue lo que leíste?— miré con atención y entonces me di cuenta que era la información que el espiritista dijo que me enviaría— ¿Cómo lo abriste?.

—Fue tu madre— tenía que haberlo imaginado— ¿Hasta cuándo planeabas decirme que morirás si sigo a tu lado?.

—Eso no es así, no leíste todo— entré en pánico.

—Lo hice, y también entendí por qué me preguntaste la razón de que siguiera aquí.

—No planeo deshacerme de ti.

—Quizás es lo mejor— me acerque a él y lo abracé.

—No— acaricie su cabello— Eso no es lo mejor. Encontraré la manera de que nada malo pase.

—No quiero hacerte daño— su voz temblaba.

—No lo haces.

—Ahora sé por qué cuándo estoy contigo el dolor se va— me separé de él y lo miré— Te estoy robando energía, y al hacerlo estás muriendo. Por eso puedes tocarme.

—¿De dónde sacas eso?.

—Es la información que recibiste— colocó su mano en mi mejilla— Tenemos que buscar la forma de que deje de deambular.

—No, escúchame. Esto es bueno, si muero puedo estar junto a ti— no termine de hablar porque sentí su palma impactarse contra mi mejilla.

—No te atrevas a decir algo parecido de nuevo— su golpe ardía— Si mueres tú sí trascenderás, no tienes asuntos pendientes.

—Si los tengo. Eres tú, te nese..— no me dejó continuar.

—No me conociste en vida— negó— No tienes motivos para quedarte. Y cuándo te vayas yo sentiré dolor eternamente y estaré solo aquí.

Me dí cuenta de lo egoísta que había sido, no podía pedirle algo así. No sabía cuánto le dolía estar atrapado en este mundo, y de no ser porque podía verlo, seguramente se sentiría perdidamente solo.

—Está bien— sentí el temor— Te ayudaré a descansar.

No estaba para nada seguro de cómo lo haría. Y en definitiva no quería hacerlo, pero nada me dolía más que saber que él sufría. Así que con todo el dolor de mi corazón, lo ayudaría a irse.

















——————————————<3
Holaa.

Uff, no vuelvo a hacer promesas jaja:(.

Tardé mucho en actualizar, lo siento. Lo único que diré es que estoy escribiendo una historia (varias de hecho) que publicaré al terminar esta, y ya que esta es una historia corta pues... Será muy pronto.

Besos en sus colas<3

Como un diente de león•  ❀ Changlix ❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora