25/ ¿Allison o ...?

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Frío y oscuro.

Hielo y oscuridad.

¿Cómo sales de la sensación de tu sangre helandose? ¿Cómo sales de la oscuridad?

Necesitamos constantemente una luz que nos guíe atravez de ese pasillo largo que llamamos vida. Un camino infinito pero que se corta en algún punto. Algunos tienen que recorrer caminos largos y otros, caminos cortos.

Annie era feliz al recorrer ese camino, porque tenía a Allison que iluminaba cada paso que ella daba. Iban juntas, apoyándose y empujandose en cada curva difícil.

La sonrisa con hoyuelos de Allison llenaba la oscuridad que persistía en su corazón. Era su luz, su soga que la sacaba de ese pozo de sombras en la que se ahogaba constantemente.

Era su lugar seguro.

Cuando Allison murió Anne se ahogo en las sombras. Se soltó de la soga. Perdió su camino.

Sin su luz ella no era nada, nada. La chica que amaba se llevó una parte de su alma el día que dejó ese mundo. Cuando el último suspiro abandonó sus labios Anneliese sintió que su corazón se detenía. Ya no más latidos, aún vivía, pero no se sentía con vida.

Desde ese momento Anneliese juro no volver a amar a otra mujer, jamás en su vida. Cuando el alma de la cazadora dejo el mundo de los vivos un pedazo del alma de Anneliese se fue con ella. Su juramento perduró por mucho tiempo, o eso creía ella.

Juro no volver a ver a otra chica, de la misma forma que la veía a ella.

Pero… ¿Qué pasará cuando encuentre consuelo en los ojos verdes de su mejor amiga? ¿Qué pasa si… si siente paz en sus brazos?

Ella sabe que su corazón siempre seguirá latiendo por Allison, pero Lydia está ocupando un lugar en el que le está asustando.

Annie no puede evitar mirar a la mujer que la acompaño durante todo su duelo. No puede evitar adorarla cuando sus manos se aferran y con esfuerzo está volviendo a encontrar el camino.

No puede evitar sentir culpa, cuando su mano encuentra la soga que la arrastra fuera de ese lago de oscuridad espesa y asfixiante.

Anneliese nunca creyó amar a otra mujer y no sabe cómo hacerlo. No cuando sin darse cuenta sigue amando a una mujer que ya no escucha, no ve, ni siente.

Y eso le duele, le duele no ver ni sentir a la que fue el amor de su vida. Porque cuando una bruja ama, lo hace de verdad. Nunca creyo ser merecedora de tanta luz y cuando se la arrebataron acepto con dolor la escuridad.

Las noches de pesadillas en las que el dolor se hace insoportable se cuestiona con miedo si…¿Vivirá siempre amando a una mujer que no volverá a ver?

Ya no volverá a escuchar su dulce voz dictando retos, o su cabello con aroma a lavanda, sus brazos fuertes y su piel clara. Sus manos delgadas y calidad tocando la piel de su rostro. Su sonrisa radiante que le daban años de vida.

Ya no tiene eso, pero Lydia quiere amarla y ella no se lo permite.

El miedo la carcome.

¿Miedo a que?

A todo.

A todo

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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