CAPITULO 38

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Después de verlos preparar la comida y alistar todo para la reunión en mi honor, tome la palabra de Iván de subir a su habitación para cambiarme a un outfit que había mandado a conseguir para mí, apenas llegué ala puerta escuché los pasos de gris que se adelantó y me abrió la puerta, traía en sus manos varias bolsas de hule.

- no te molestes puedo hacerlo
sola - sonrei tímidamente pero ella negó, acercándome a ella.

- no morrita, capaz y te resbalas.. te acabas de.. hay mejor ni digo. - manoteo con una media sonrisa.

Me desabroche la blusa con una mano pero ella se ofreció a ayudarme a terminar de quitarla, me giro para sacar mi brazo de la manga por qué la otra no estaba puesta por qué allí era donde estaba mi yeso, debajo tenía una blusa de tirantes.

Alze mi brazo y ella subió la blusa lentamente para no lastimarme, me deje ayudar pero me sentía algo incómoda por molestarla.

- voy a llenar la tina, espérame.

Me dejó sentada a los pies de la cama, sentí algo de vergüenza al estar en sostén y de esa forma, ella lo notó por qué cuando terminó y llegó a mi lado palmeó mi hombro en un gesto alentador, mi yeso lo metió lo cubrió con las bolsas completamente.

Después me baje el pantalón de la pijama con lentitud y ese fue más fácil por qué era bastante cómodo, me senté en la cama para ayudarme un poco, levanté la mirada cuando la vi que buscaba en unas bolsas con las letras "Zara", me encamine ala tina me tomé mi tiempo para entrar con cuidado, el agua estaba tibia relajaba mi cuerpo completamente.

- ponte aquí para que te ponga shampoo..

Me senté de costado con la espalda hacia ella, la oí destapar el shampoo y después me tallo la cabeza. Casi como una rutina normal en la vida de una pequeñita con su madre.

Tomo algo de agua con un traste para lavar mi pelo.

Minutos después.

Había secado mi cuerpo con cuidado y ayudado a ponerme la ropa interior, había sacado de las bolsas un outfit que consistía en unos jeans de corte alto y una blusa de tirantes con un suéter delgado que solo me puso la manga en la que no estaba mi yeso.

Ahora estaba ayudando a ponerme los tenis que también venían en aquellas bolsas.

- mi cabello no lo peines solo dame el cepillo, eso lo quiero hacer yo por favor.

Dije con timidez al verla buscar entre una maletita que parecía ser de ella por qué sin duda no iba haber ese tipo de cosas en esta habitación que era la de Archivaldo.

- bueno, Mija te espero abajo.

Me sente en borde de la cama con cuidado y comenzé a cepillarme estaba tan entretenida que no me percate que estaba sonando un teléfono en el buró, lo que me pareció extraño por qué esa habitacion era de Iván y el siempre tenía sus cosas con el. Dude un poco en acercarme pero lo hize, apenas vi en la pantalla un mensaje cuando la llamada se cortó.

"Se que estás viendo, contesta"

Después volvió a aparecer la llamada y un sentimiento de agobio apareció en mi recordando algunas cosas, casi como un deja vú.

- hola..- dije en un murmullo temeroso, no levanté el teléfono por qué mi mano temblaba un poco.

- te vez tan bonita..

Escuché un murmullo descuidado pero esa voz solía conocerla ala perfección para saber quién era, mi corazón latió tan fuerte en mi pecho que casi se me sale.

- lamento haberte hecho daño, pero ahora se que te encuentras bien.

Iba decir algo pero solo logré tartamudear.

- shh - susurro - estoy aquí contigo, ese... Tipo - lo oí casi como decir con dificultad - parece que de verdad te quiere, no me siento orgulloso pero ya está hecho.. me alegro de que estés feliz por qué lo amas, pero tampoco me alegro de la situación en la que vivirás.

- el es bueno, me ama como yo a el.

Logré decir y escuché un "Auch" de su voz.

- tiene el corazón de mi princesa, creo que tiene un poco de mi respeto ahora..- dijo con nostalgia y la voz débil.

- ¿estás bien..? - pregunté.

- si, solo tengo una pierna rota y costillas, recuerdas que media semana casi la última no llegue...- asentí como si me viera- estuve secuestrado.

Mi corazón se detuvo al oírlo.

- ¡¿Que?! ¡¿Pero ahora estás bien?!

- no quiero contarte eso, no importa.. ahora quiero que sepas que estarás con Guzmán, si así lo
quieres -solloze al oír su voz quebrandose - te quiero y siempre buscaré lo mejor para ti no lo olvides nunca.

- te amo..

Apenas dije eso la llamada se cortó y lágrimas inundaron mis mejillas.

- te amare siempre Emilio.

En ese momento casi como si supieran escuché un toque ligero en la puerta, después lo sentí por su perfume al acercarse a mi y abrazarme atrayendome hacia el.

- quería escucharte después de saber lo que te paso.

Hundi mi cara en su pecho como si perdiera todo, con el dorso de su mano limpio mis mejillas y me dio un beso en la frente.

- ahora estás bien y estás conmigo, te protegeré con mi vida.

- Iván..- musite lloriqueando.

- ¿Que mamacita? - dijo en un pucherito preguntándome mientras sobaba mi cabeza y mis mejillas.








OJITOS DE MIEL//IVAN ARCHIVALDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora