El amanecer apenas teñía el cielo de tonos suaves cuando Taehyung abrió los ojos. La luz se filtraba a través de las cortinas, bañando la habitación en un resplandor cálido y dorado. Frente a él, Jungkook dormía tranquilamente, su pecho subiendo y bajando con cada respiración pausada. El joven estaba cubierto apenas por su camisa de pijama ligeramente desabotonada, revelando el inicio de su pecho marcado.
Taehyung ya despierto, observó en silencio, disfrutando del momento íntimo, y sin poder resistir la tentación, se acercó. Sus labios rozaron suavemente la frente de Jungkook, dejándole un beso ligero que fue descendiendo lentamente por su rostro. El siguiente beso fue en la nariz, luego en su mejilla, y finalmente en sus labios. Un beso delicado, apenas un susurro, pero lo suficiente como para provocar una ligera reacción en Jungkook, quien murmuró algo entre sueños, pero sin abrir los ojos.
Taehyung sonrió para sí mismo, y con un gesto pausado, dejó que sus dedos buscaran el primer botón de la camisa de pijama de Jungkook. Con cuidado, lo desabotonó, revelando la piel cálida de su pecho. Sus manos siguieron trabajando en los siguientes botones, hasta que la tela se abrió por completo, exponiendo el torso firme de Jungkook ante él. Taehyung deslizó la punta de sus dedos por su abdomen, admirando la suavidad de su piel y cómo su pecho subía y bajaba, todavía inmerso en el sueño.
Los pezones de Jungkook, pequeños y morenos, llamaron la atención de Taehyung de inmediato. Se inclinó hacia ellos, rozándolos primero con sus labios, dejándole besos suaves, casi etéreos, antes de que su lengua los acariciara con más intención. Los probó con lentitud, disfrutando de la textura suave mientras succionaba con delicadeza.
El efecto fue inmediato. Jungkook se estremeció bajo su tacto, su cuerpo respondiendo inconscientemente al estímulo. La respiración de Jungkook se volvió más pesada, y sus labios se entreabrieron ligeramente, dejando escapar un pequeño gemido apenas audible.
—Hyung... —murmuró Jungkook, su voz ronca, teñida de sueño y deseo. Sus ojos se abrieron apenas, pero no hizo ningún esfuerzo por detener lo que Taehyung estaba haciendo.
—Buenos días, cariño —susurró Taehyung, con una sonrisa traviesa, mientras continuaba jugando con uno de los pezones de Jungkook, su lengua dibujando círculos perezosos antes de succionarlo con más intensidad.
Jungkook soltó un suspiro entrecortado, sus manos buscando el cabello de Taehyung, enterrando sus dedos en los mechones oscuros mientras su cuerpo comenzaba a despertarse del todo. Taehyung dejó que sus labios vagaran por su pecho, su boca alternando entre mordiscos suaves y lamidas, cada vez más intensas, mientras sus manos recorrían el costado de Jungkook, atrayéndolo hacia sí.
—Me encanta cómo reaccionas a esto —murmuró Taehyung contra su piel, mordisqueando suavemente el otro pezón, haciendo que Jungkook arquease la espalda ligeramente, su cuerpo respondiendo con una mezcla de placer y sorpresa.
—No es... la peor manera de despertarme... —respondió Jungkook, tratando de contener una sonrisa, su respiración entrecortada mientras intentaba recuperar el control de su cuerpo.
—No —susurró Taehyung, su voz baja y seductora—. No lo es.
Justo cuando las manos de Taehyung comenzaron a bajar por las caderas de Jungkook, deslizándose bajo la cintura de su pijama, el sonido de un teléfono vibrando rompió la atmósfera. Jungkook gruñó con frustración, mirando el dispositivo que zumbaba en la mesita de noche.
—No ahora... —murmuró con un toque de irritación, tratando de apartar a Taehyung, pero él no hizo caso.
—No contestes —dijo Taehyung suavemente, sus labios todavía ocupados en el pecho de Jungkook, que comenzaba a agitarse con su respiración cada vez más acelerada —Déjalo sonar.
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Dulce Insomnio » Taekook
Fiksi PenggemarUna danza entre la quietud de la noche y los susurros del corazón, una historia de amores imposibles que florecen en los rincones más oscuros de la vida. Kim Taehyung, un hombre cuya vida está forjada en la ambición y las apariencias, carga con el p...