Ella era una joven sobreviviente, testigo de la desolación desatada por el virus creado en el laboratorio GEN-SYS, donde su madre había trabajado incansablemente. Enfrentó el horror de ver a quienes amaba sucumbir ante la enfermedad, pero en medio d...
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▪️𝙲𝚘𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎𝚗 𝚢 𝚟𝚘𝚝𝚎𝚗 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚖𝚊́𝚜 𝚊𝚌𝚝𝚞𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜▪️
—No quieras cambiar las cosas, ella pertenece a tu corazón sientes cada latido hecho para ella, no es así César?–preguntó con la bella delicadeza que Maurice suele tener.
—Diferentes somos, tendrás razón pero ella no pertenece conmigo, aquí, somos fuertes juntos pero ella se irá y tendré que dejarla ir.
—César.–Rocket pausa mientras le da una suave mirada alentadora—Debes aprender a no soltar y solo querer aceptar tu felicidad, ella está aquí por ti, déjala ser lo que conociste y admiras de ella.
El viento pasaba sobre sus pieles, escuchando el ligero ruido y aroma del bosque mientras la fogata frente suyo los acumulaba de un ligero calor.
—No quiero perderla de nuevo.–masculló evitando dejar algún gesto que se asomara sobre su rostro.
—Tus palabras dicen eso.–interviene Ojos Azules de igual manera sentándose a su lado, su padre voltea a verlo.
—Se lo importante que ella se está volviendo para todos y debo admitir que es mejor persona de lo que pensaba, es tonta pero fuerte.– habla mostrando una sonrisa burlona al pensar todo lo que Niss sufría al estar acá.
—Tu hijo tiene razón, ella ha demostrado en poco tiempo lo fuerte que es, tu debes mostrar lo mismo con ella.
César toda su vida ha querido lo mejor para los suyos jamás ha pensado en lo que él ha querido, su mentalidad era de poder entender que su vida se irá al igual que Niss se irá con los de su especie algo que debe aceptar.
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—¿De que estás hablando?–Niss preguntó alzando una ceja al ver el rostro de Koba.
—¿No querías eso? yo te lo daré.–respondió mientras sus filosos colmillos se asomaban sobre su comisura.
—¿Estas jugando conmigo acaso?–pregunto Niss cruzando sus brazos regalándole un seño fruncido.
—Puede ser que si lo este haciendo o tal vez lo digo en serio—comentó petulante y sonríe mientras se acercaba a paso lento hacia mi. El seño fruncido desaparece y mi nerviosismo crece
—Como sea Koba, contigo es imposible un acuerdo honesto.— mi voz tembló al decir lo último creo que podía sentir un seño fruncido de el aparecer en cuestión de segundos.
