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Capítulo 14

Chenle nunca había tenido reparos en decir lo que pensaba.

Pero nunca había esperado tener que enfrentarse al alfa de su familia por algo como esto.

Joder, ¿Cómo se habla de algo como esto? Parecía impensable.

Algo que se suponía que nunca sucedería.

Pero había sucedido y no solo una vez. Muchas, muchas veces y si Chenle no hacía algo, parecía que ni Jaemin ni Jen iban a detener esa locura. La forma en que habían estado jodiendo cuando él se acercó a ellos... Chenle se sonrojó, su malestar aumentó. Estaba muy lejos de ser un mojigato, pero lo que había visto parecía tan obsceno, pura necesidad animal. Parecía como si Jen hubiera estado tratando de martillarse contra el cuerpo de Jaemin, y Jaemin no había sido mejor.

Maldita sea, Chenle deseaba que hubiera un pariente mayor adecuado que pudiera hablar en nombre de Jaemin, que pudiera protegerlo. En cualquier otra circunstancia, sería Jen quien haría eso. El tío Yixing no era una opción, no le importaba una mierda ninguno de ellos así que Chenle lo fue, no había nadie más.

Chenle llegó a la oficina de Jen y abrió la puerta sin llamar.

Jen estaba sentado detrás de su escritorio pero no parecía estar trabajando, estaba mirando las llamas que crepitaban alegremente en la chimenea mientras la lluvia tamborileaba contra la ventana. Debería haber sido una imagen acogedora, no lo fue, había oscuridad en el ambiente general de la habitación, algo que Chenle casi podía saborear

Miró a Jen tratando de verlo como un hombre, no como un familiar; trató de ver qué haría que Jaemin cometiera tal pecado repetidamente.

De acuerdo, era un hombre sorprendentemente guapo, eso era innegable, pero Chenle todavía no podía verlo de esa manera.

Todo lo que vio fue a un familiar, un hermano que había llegado a agradarle mucho. Era difícil creer que Jen fuera capaz de seducir a su propio hermano pequeño, si Chenle no lo hubiera visto con sus propios ojos, nunca lo hubiera creído.

Jen parecía tan bueno, Chenle generalmente confiaba en sus instintos y estos insistían en que Jen era una buena persona.

—No quiero tener esta conversación, Chenle —dijo sin siquiera mirarlo.

Chenle frunció los labios y entró en la habitación, ignorando su propia incomodidad. Decididamente no pensó en lo que Jen y Jaemin habían estado haciendo en esta misma oficina hace una hora.

—Yo tampoco pero la estamos teniendo —dijo, cruzando los brazos sobre el pecho y mirando el duro perfil de Jen — ¿Cómo puedes hacerlo? Está... está tan mal que ni siquiera tengo palabras para expresar lo mal que está.

Un músculo se flexionó en la mandíbula de Jen.

—Esta conversación no tiene sentido, —dijo en un tono entrecortado —No puedes decir nada que no sepa.

Chenle negó con la cabeza, burlándose.

—Si entiendes lo mal que está, ¿por qué lo haces?

Jen finalmente se volvió hacia él y lo miró fijamente, su rostro impasible.

—No seas hipócrita, Chenle, robaste al prometido de tu hermano a pesar de saber perfectamente lo mal que estaba.

—No fue así, —dijo Chenle sonrojándose —¡Y Jisung no era el prometido de Jaemin!

—Todavía tenían un entendimiento, —dijo Jen, su voz plana y dura — Todos esperaban que Jisung le propusiera matrimonio a Jaemin. Fue humillado públicamente cuando Jisung terminó cambiando su elección por ti.