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Capítulo 15

Jaemin quería plantar su puño en la cara de Chenle cuando éste le sugirió su brillante plan para encontrarle un compañero a Jen.

No lo hizo, por supuesto, sabía que Chenle se preocupaba por sus mejores intereses. Sabía que Chenle solo estaba tratando de encontrar una solución.

Entonces Jaemin se obligó a cooperar, ya era bastante malo que Chenle ya estuviera mirando como un halcón por cualquier signo de celos. Jaemin estaba decidido a parecer una persona mejor, más cuerda. Como un omega normal revisando una lista de posibles parejas para su hermano mayor, como si no quisiera quitarle esa estúpida lista de las manos de Chenle y arrojarla a la chimenea.

Hermano, decía su lado racional.

Mío, gritaban sus instintos con saña, mío, mío, mío.

—¿Qué hay de Choi Beomgyu? —Dijo Chenle —Él es hermoso, es el único hijo de ese magnate, por lo que heredará una fortuna ya que la riqueza de su familia no está vinculada y puede ser heredada por un omega...

—Nuestra familia apenas necesita dinero —dijo Jaemin con una voz perfectamente uniforme —Y ninguno de nuestros vizcondes se ha casado con alguien sin una gota de sangre noble.

Chenle arqueó las cejas.

—No creo que a Jen le importen esas cosas —dijo con la voz llena de escepticismo

—Debería, —dijo Jaemin —El título de vizconde puede no ser el de mayor rango pero nuestra familia es muy vieja, somos descendientes de la antigua familia real.

Chenle puso los ojos en blanco.

—¡Oh, vamos! No tú también, madre nunca nos dejaba olvidar eso. Sucedió hace casi dos mil años, Jae.

—Precisamente.

—Bien, —dijo Chenle con un suspiro mirando su lista —¿Qué hay de Xú Minghao? Un hijo de un duque, te costaría encontrar sangre más azul.

—No es lo suficientemente guapo, sería miserable porque desaparecería en un segundo plano junto a Jen.

Chenle le dio una mirada pellizcada.

—No me siento miserable con Jisung, a pesar de que él es el alfa más guapo del planeta y yo soy... yo.

Jaemin reprimió un suspiro exasperado.

—Eres muy hermoso, —dijo por lo que se sintió como la centésima vez, pero sabía que era inútil. Chenle nunca parecía creerle cuando le decía lo encantador que era. Chenle tenía el tipo de aspecto que crecía en ti: cuanto mejor lo conocías, más encantador parecía —Más importante aún, tu prometido piensa que eres muy adorable, ¿Has visto cómo te mira?

Chenle sonrió soñadoramente.

En realidad, era nauseabundamente adorable.

—Sé que Sung me ama, pero solo estás demostrando mi punto: Jen no necesita que su pareja posea una belleza perfecta para enamorarse de ellos.

—Nunca dije que lo necesitara, —dijo Jaemin —Todo lo que digo es que los alfas son criaturas muy visuales y lo primero que notan es la apariencia.

No puedes enamorarte del alma de alguien si no has hablado con esa persona primero— Jaemin sonrió torcidamente —Soy perfectamente consciente de que la apariencia física no es suficiente para enamorar a un alfa. En realidad debes gustarle como persona.

Chenle se movió incómodo —Perdón.

—No seas tonto, —dijo Jaemin con una leve sonrisa —No es tu culpa que Jisung no se haya enamorado de mí.