Capítulo 18

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Jen no estaba en casa cuando Jaemin bajó a desayunar.

—El vizconde se fue en medio de la noche a la finca, maestro Jaemin — dijo el mayordomo.

Dándole las gracias distraídamente, Jaemin se centró en su desayuno pero no tenía apetito. Tenía una sensación de malestar en la boca del estómago, como si algo malo estuviera a punto de suceder ¿Por qué Jen se iría a toda prisa a la finca?

El tío Yixing estaba allí. Se había mudado a la casa para supervisar la propiedad mientras Jen estaba en la ciudad.

El terror se agitó en las entrañas de Jaemin y lentamente se arrastró hasta su garganta.

—¿Qué pasa con la cara larga? —Dijo Chenle, dejándose caer en el asiento frente a él.

—Estoy preocupado.

—¿Qué está mal?

—Jen.

Chenle le lanzó una mirada penetrante. Jaemin no pudo evitarlo: desvió la mirada.

Los ojos de Chenle se agrandaron, se sentó más derecho.

—Dime que no lo hiciste

Más allá de lo incómodo, Jaemin miró a cualquier parte menos a él, no podía mentir.

—¡Jaemin! —Chenle se atragantó.

Dejando caer su mirada hacia su té, Jaemin lo removió con su cuchara.

Su hermano dejó escapar un suspiro exasperado. Después de un largo e incómodo silencio, Chenle dijo:

—¿Es tan bueno? —Había algo parecido a una morbosa curiosidad en su voz.

Jaemin lo fulminó con la mirada, su rostro muy cálido. No supo qué decir.

Echó un vistazo a la habitación para asegurarse de que ninguno de los sirvientes estuviera presente.

—Anoche escuché a alguien conspirando para matar a Jen.

Chenle se rió entre dientes.

—No es gracioso, no intentes cambiar de tema.

—No estoy tratando de ser gracioso— Jaemin respiró hondo antes de empezar a hablar.

Le contó a Chenle lo que había oído y su conversación con Jen. Para cuando Jaemin terminó, se sintió frustrado y ansioso de nuevo, recordar el atentado contra la vida de Jen y otro intento que podría suceder en cualquier momento -podría estar sucediendo ahora mismo, por lo que él sabía- hizo que una bola de ansiedad se anudara en la parte posterior de su garganta.

—¿De verdad crees que es el tío? —Dijo Chenle, frunciendo el ceño.

Jaemin se burló.

—¿Quién más? A veces la respuesta obvia es la correcta.

Chenle suspiró, frotándose la frente con los dedos.

—No lo sé... no puedo negar que quiero que se pudra en la cárcel por el resto de su vida, pero no soy exactamente imparcial sobre el tema, así que no estoy seguro de poder ser objetivo al respecto. —Su rostro se ensombreció —Incluso si es realmente él, es bueno para ocultar sus crímenes, fui al sótano después de, ya sabes... y ya no hay nada. Dudo que Jen encuentre pruebas de su culpabilidad incluso si es culpable.

—Por eso estoy preocupado, —dijo Jaemin —El tío es bueno para que no lo atrapen, ¿Y si intenta matar a Jen mientras están solos en la casa de campo?

—Jen es un veterano de guerra, es un alfa fuerte y en forma. Estoy seguro de que puede arreglárselas solo.

—No lo entiendes, —dijo Jaemin, frustrado por la falta de preocupación de Chenle. Se puso de pie y comenzó a caminar por la habitación —El tío no va a jugar limpio, ¡lo sabes, Chenle! Tenía algunos matones que lo ayudaban a encerrar y proteger al Xeus. Incluso ser un veterano de guerra no ayudaría a Jen si es emboscado por un grupo de matones, ¡Tenemos que volver!

LLCT | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora