Bajo la atenta mirada de todos los esclavos, Noir levantó lentamente su larga y oscura espada.
Un destello de luz oscura descendió y cortó las gruesas cadenas de hierro de la celda de la prisión con un tajo limpio.
La pesada puerta de hierro se abrió con un crujido y los esclavos finalmente comprendieron la realidad de su rescate. ¡Alguien había venido a salvarlos!
¡Bang!
Los esclavos, todavía incrédulos, abrieron la puerta y salieron de su infierno viviente.
Hombres y mujeres, viejos y jóvenes, altos y bajos, de todas las razas imaginables, se apoyaron y abrazaron mientras salían de sus celdas.
"¿Somos... verdaderamente libres?"
Una mujer joven, con el cuerpo cubierto de moretones, susurró la pregunta, cubriéndose la boca con la mano mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.
Su voz temblorosa llegó a los oídos de todos. Cuando vieron la suave sonrisa de Noir, finalmente se derrumbaron, sollozando y gritando de alegría: "¡Somos libres!"
Después de años, incluso décadas de esclavitud, habían abandonado toda esperanza. Ahora, finalmente, la libertad había llegado.
Se abrazaron, sin importar raza o género, derramando lágrimas de alivio y liberando las emociones reprimidas que habían soportado durante tanto tiempo.
Encarcelados durante incontables días y noches, habían perdido a sus familias y amigos, habían perdido todo, incluso su dignidad como seres humanos. Para el otro, se habían convertido en familia.
Un anciano pez-marlín, con su espíritu aún intacto a pesar de su edad, avanzó cojeando con un bastón de madera y cayó de rodillas ante Noir.
Las lágrimas corrieron por su rostro mientras gritaba: "¡Salvador! ¡Gracias!"
Los demás, que habían estado llorando individualmente, parecieron recibir una señal del grito del anciano. Cayeron de rodillas al unísono, haciendo eco de sus palabras:"¡Gracias, Salvador!"
Wyper, al presenciar la masa de figuras arrodilladas, sintió que se le aflojaba el nudo del corazón. Noir, apoyado en su espada, rugió con impaciencia: "¡Levántate!"
Los esclavos liberados se estremecieron, pero la voz de Noir continuó: "¡No los salvé para que pudieran seguir actuando como esclavos!"
"¡No más arrodillarse! ¡Escapar primero!"
Los esclavos miraron a Noir con gratitud, pero permanecieron de rodillas, solo cambiando a una posición de medio arrodillado, con la cabeza inclinada obstinadamente.
Para ellos, esta era la única forma que conocían de expresar su inmensa gratitud.
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One Piece: ¡Sistema de copia de talentos!
AdventureEn el vasto y peligroso mundo de One Piece, donde los mares están llenos de piratas, marinos y misterios incalculables, un joven recibe una segunda oportunidad en la vida. Reencarnado en este universo fantástico, descubre que posee un "Sistema de co...