LOVE THROUGH YOU ┊ IRONSTRANGER

Capitulo 5

Narra Steve

Habían pasado días desde que Tony me envió los documentos de divorcio. Días en los que no había podido reunir el valor para firmarlos, ni siquiera para enfrentar lo que todo eso significaba. La culpa me consumía, especialmente desde que me enteré de que Tony había estado embarazado, y que perdimos a ese bebé que nunca llegamos a conocer. Era como si todo lo que había hecho, cada decisión que tomé, se hubiera acumulado hasta explotar en mi cara.

Sharon había estado contactándome con frecuencia, diciendo que no se sentía bien con el embarazo y que el anuncio de Tony en la conferencia la había afectado profundamente. No sabía qué hacer. Entre mi culpa por lo que le había hecho a Tony y la responsabilidad que sentía hacia Sharon y el bebé que estábamos esperando, estaba completamente atrapado.

Finalmente, decidí traerla a Wakanda. Quería mantenerla cerca y asegurarme de que estuviera bien, pero al mismo tiempo sabía que todos me mirarían con desprecio. Y no me equivocaba. Desde el momento en que llegamos, vi las miradas de decepción de todos. Sam me miró como si no pudiera creer lo que estaba haciendo, Wanda evitaba siquiera cruzar su mirada conmigo, Clint solo murmuraba lo mal que me comporte, Scott se quedó mirando con ira y Bucky… Bueno, Bucky ni siquiera quería estar en la misma habitación que yo.

La verdad es que no los culpo. Sabía lo mal que había manejado todo, lo terrible que había sido con Tony. Pero traer a Sharon a Wakanda parecía haber sido la gota que colmó el vaso.

Finalmente, después de que todos dejaron claras sus opiniones sobre mi comportamiento, llevé a Sharon a mi habitación para que pudiera descansar. Estaba emocionalmente agotada y, tan pronto como cerramos la puerta, comenzó a llorar. Se disculpó repetidamente por el anuncio de Tony, por cómo había salido todo a la luz. La consolé lo mejor que pude, aunque mi mente seguía volviendo a Tony y al dolor que le había causado.

—Steve, lo siento tanto por todo esto —dijo Sharon entre sollozos—. No quería que las cosas fueran así, que él lo anunciara de esa manera. Y con lo que me mandaron, no sé cómo lo manejarás.

Me tensé al escuchar eso. Mi mente, que ya estaba al borde del colapso, no podía manejar más sorpresas.

—¿Qué fue lo que te mandaron, Sharon? —pregunté, tratando de mantener la calma.

Ella sacó su teléfono, sus manos temblorosas mientras abría la galería de fotos. Me mostró una imagen, una que hizo que mi corazón se detuviera por un segundo. Era Tony, pero no estaba solo. Estaba con alguien más.

En la foto, ambos estaban en lo que parecía ser un evento o una fiesta, y la expresión en el rostro de Tony me golpeó como un puño en el estómago. Parecía relajado, vulnerable, como no lo había visto en mucho tiempo. Y la manera en que ese tipo lo miraba...

El enfado se encendió en mi pecho, y antes de que pudiera detenerme, sentí cómo la ira me envolvía por completo. No podía creer lo que estaba viendo.

—Él... —mi voz salió entrecortada por la rabia—. ¡Él es mío, solo mío! —grité en mi mente, aunque no pude articularlo en voz alta. Me sentía traicionado, como si, a pesar de todo lo que había pasado entre nosotros, Tony hubiera decidido seguir adelante sin mí.

Sharon me miraba, sin saber qué decir. Apreté los puños con fuerza, tratando de no perder el control. El pensamiento de que Tony podría haber encontrado a alguien más, que podría estar construyendo una vida sin mí, era demasiado para soportarlo.

De repente, el divorcio no parecía tanto una separación emocional como una formalización de la pérdida total de lo que había sido mi vida con Tony. Firmar esos documentos significaría que lo estaba dejando ir, que lo estaba liberando para estar con alguien más. Tal vez con ese hombre que ahora lo miraba de una manera que solía ser exclusivamente mía.