Capitulo 12

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Narra tony

Tony estaba sentado en el sofá de su sala, mirando sin mucho interés la televisión mientras las luces parpadeaban y el sonido de los fuegos artificiales resonaba a lo lejos. El Año Nuevo estaba a solo unas horas de distancia, y aunque generalmente lo celebraba rodeado de amigos, esta vez era diferente. Sus amigos no habían podido acompañarlo; Rhodey estaba en una misión, Pepper y Happy estaban de vacaciones, y hasta Peter había hecho planes con otros.

Se sentía un poco solo. Aunque también, una parte de él estaba tranquila, al saber que este sería su primer comienzo de año sin estar atado a las sombras del pasado. Era un hombre libre, o al menos eso intentaba convencerse. Sin embargo, aún existía esa tristeza que le pesaba en el pecho, esa sensación de vacío que parecía agrandarse cuando no había nadie más alrededor.

Feliz Año Nuevo, Tony —murmuró para sí mismo, con una sonrisa ligera y algo melancólica.

Pensaba en lo extraño que era cerrar un ciclo como aquel. El año que dejaba atrás había sido brutal: el divorcio, la pérdida del bebé, la traición de Steve. Pero de alguna manera, había sobrevivido, y estaba determinado a que el nuevo año fuera diferente. Tony respiró hondo y se levantó del sofá, dispuesto a preparar algo para cenar. No quería dejar que la melancolía lo devorara.

Justo cuando iba hacia la cocina, el sonido del timbre resonó en la casa. Tony frunció el ceño, sorprendido. No esperaba a nadie. ¿Quién vendría a su casa en Año Nuevo, sin haber avisado antes?

Se dirigió hacia la puerta, sintiendo una pequeña punzada de curiosidad. Al abrirla, su corazón dio un vuelco. Allí, de pie en el umbral, estaba Stephen Strange, con su abrigo largo y su usual aire de confianza, pero con una expresión más suave de lo habitual.

¿Stephen? —Tony parpadeó, sorprendido—. ¿Qué haces aquí?

Stephen lo miró, con una pequeña sonrisa en los labios, pero también con algo de nerviosismo, como si no estuviera completamente seguro de su decisión.

No podía dejarte pasar el Año Nuevo solo, Tony —dijo con simpleza, sus ojos oscuros reflejando una calidez que Tony no había visto en mucho tiempo—. Pensé que podrías usar algo de compañía.

Tony se quedó en silencio por un momento, procesando lo que estaba sucediendo. Una pequeña chispa de alegría brotó en su pecho, pero no quería parecer demasiado emocionado.

¿Y cómo sabías que estaba solo? —bromeó, cruzando los brazos y alzando una ceja—. ¿Tienes alguna bola de cristal mágica por ahí o simplemente eres un buen espía?

Stephen soltó una pequeña risa y negó con la cabeza.

No soy tan omnisciente como crees, Stark. Simplemente me lo imaginé —respondió, metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo—. Y, si soy honesto, no quería pasar esta noche solo tampoco.

Tony parpadeó ante la confesión, notando que había más de lo que Stephen estaba diciendo. De alguna manera, se sintió reconfortado al saber que no era el único que necesitaba compañía esa noche.

Bueno, supongo que puedes entrar —dijo finalmente, retrocediendo un paso para dejar que Stephen pasara—. Pero no tengo champaña ni una cena de lujo preparada. Así que, si esperabas una fiesta, llegaste al lugar equivocado.

Stephen entró en la casa, su presencia llenando el espacio de una forma cálida y familiar. Se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero, como si ya hubiera estado allí antes, y luego se giró hacia Tony con una sonrisa.

No vine por la fiesta, Tony —dijo suavemente—. Vine por ti.

El comentario fue directo, sin rodeos, y Tony sintió un calor inesperado en su rostro. Intentó disimularlo con una risa nerviosa, desviando la mirada.

LOVE THROUGH YOU ┊ IRONSTRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora