BAD

49. Lo vas a perder.

CAPÍTULO 49.

Lo vas a perder.

Tal vez el final se escribió antes del inicio.

Era esa clase de momentos donde sabes lo que viene, lo que va a ocurrir.  Donde sabes que, sin importar lo que hagas, pasará. Sin importar lo que decidas, pasará. Tal vez ni siquiera importa lo que otros decidan. Tal vez así está escrito. Tal vez así estuvo escrito desde el principio. Desde antes del comienzo. Tal vez el final se escribió antes del inicio.

Sus ojos mieles me miraban serios, hacía tanto tiempo que no me miraban así.

-Vamos, Marissa. Pruébalo, lo peor que puede pasar es que no te guste y no lo vuelvas a hacer. -me animó Chris con esa sonrisa enorme y blanca. Radiante.

Lo miré recelosa. Debatiéndome por dentro, hace meses jamás lo hubiera considerado, en otro lugar, en otra circunstancia, pero ya no estaba en Cali y ahora probarlo no parecía tan malo, las drogas no eran ningún tabú en Bradford.

Tomé el 'porro', como lo llamó Jaden, con mi pulgar e índice.

-Te va a gustar, y si te llegas a viajar demasiado, esnifas una línea. No hay nada que la coca no arregle. -murmuró Jaden riendo, llevaba 20 minutos riendo. Riendo y fumando.

Torcí la boca, el olor que siempre creí detestar, ahora me provocaba, de cerca olía delicioso.

Dejé de pensar por un momento y lo llevé a mis labios, inhalé lentamente y lo exhalé suspirando.

Después de un rato y unas cuantas inhaladas más, ya estaba riendo con ellos.

Volteé hacia arriba, como si sintiera su mirada y me encontré con los ojos oscuros de Justin mirándome, me miraba serio. Muy serio.

Hacía meses que eso había pasado, ahora parecía tan lejano, creí que no volvería a mirarme así de nuevo.

Miré sus puños firmemente apretados, tan apretados que las venas de sus manos y brazos se habían saltado y marcaban un camino grueso sobre su piel. Era algo que él solía hacer todo el tiempo, cuando se sentía amenazado o nervioso, o acorralado, o cuando estaba enojado. Siempre lo hacía, a veces las razones variaban.

Supe que debía hacer algo rápido antes de que la situación se saliera de control. Antes de que Justin se saliera de control, si es que tenía alguno.

-Vámonos, Justin. -le pedí.

Ni siquiera me miró.

Seguía mirando al chico moreno que me había empujado por accidente estando borracho. Tan borracho que ni siquiera se daba cuenta de la seriedad y reía sin razón. De lo molesto que estaba Justin.

Uno de sus amigos, que no estaba tan borracho, caminó hacia nosotros lentamente, sin dejar de mirar el suelo.

-Cobra, lo sentimos mucho. Kyle no vio a la chica, está colocado, no sabe ni dónde esta. -murmuró tartamudeando. Otro de los chicos le dio un golpe en el brazo a "Kyle"cuando soltó una risita tonta.

-Justin, por favor. Fue un accidente, quiero ir a casa. -le pedí jalando su brazo.

Fruncí el ceño cuando toqué su piel. Miré su brazo, su puño estaba completa y apretadamente cerrado y de él se saltaban venas gruesas a lo largo del dorso de la mano y del brazo. Su puño estaba tan apretado, y yo supe que eso sólo podía terminar de una manera.

Lo miré sin decir nada. Una parte de mí, supo desde el momento en el que entró a mi habitación cómo acabaría esto. Como esos presentimientos dolorosos e incómodos que se tienen de vez en cuando, que deben su dolor al conocimiento de que son ciertos.