CAPÍTULO 14. ¡Aquí estoy!

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CAPÍTULO CATORCE.

¡Aquí estoy!

Hasta este momento me di cuenta de que él no sentía nada por mí.

Escuchaba las risas malvadas a mi espalda, pero cuando giraba a ver qué pasaba, éstas cesaban. Y el grupo de gordas que me odiaban desde mi primer día de clases me miraban serias. Era curioso, llevaban dos semanas así, todos en realidad. Desde que Justin me había besado (y golpeado) frente a todos, ya nadie se me acercaba. Todos los que solían molestarme me miraban mal, pero no se acercaban. Mike ni siquiera se había presentado desde la paliza que Justin le dio, así que yo tenía todo para empezar a disfrutar de Bradford, mi nueva ciudad. Pero no era así, cada día me sentía peor, más deprimida, y es que Justin me había ignorado también, como los demás. Sus persianas, siempre puestas no me permitían verlo nunca y en la preparatoria tan ssólo podía verlo entre clases de vez en cuando, pero siempre me ignoraba, ni siquiera me miraba.

La puerta del salón se abrió y Mike entró con paso decidido, firme. Su rostro estaba cubierto aún por los golpes de Justin, pero estos ya tenían un color amarillento y pálido.
Yo me estremecí, casi había llegado a creer que se había mudado o algo. Él pasó lentamente frente a mí, muy lentamente. Me miró fijamente. Bajó la mirada a través de mi cuerpo y sonrió asquerosamente. Siguió caminando hacia sus amigos.
Me incline hacia Kayla, más que asustada. Ella también estaba asustada.

-Tranquila, no te hará daño de nuevo. -murmuró no muy convencida.

Pronto sentí la mirada de todos en mí y el salón quedó en silencio, el profesor estaba viendo algo en su celular y yo escuché a uno de los amigos de Mike hablar:

-¿Qué le hiciste a la Cobra, por qué te golpeó de esa manera? -le preguntó a Mike, pero estaba mirándome.

Mike me miró burlonamente.

-No lo sé, creo que es medio envidioso. No le gusta compartir sus juguetes. Ni siquiera son tan buenos de todas formas. -dijo mirando todo mi cuerpo.

Yo me estremecí y Kayla exhaló molesta, poniéndose de pie y sentándose al otro lado de mí, cubriendome de las miradas ajenas.

La "clase" pasó rápidamente y por fin pudimos salir, pero cuando estaba a punto de abandonar el aula una voz me detuvo:

-Marissa. -dijo Mike seriamente.

Yo no giré, pero uno de sus amigos tapaba la entrada, así que no podíamos salir, sentí a Kayla temblar tras de mí, éramos las únicas que quedábamos, además de ellos. Él se acercó a mí, aunque sin llegar a tocarme.

-¿Cómo has estado? -susurró cerca de mi oído.

El miedo lleno mi cuerpo y sabía que las lágrimas no tardarían en llegar. Mike se acercó un poco más, pero en seguida se alejó bruscamente. Su mirada fijamente en algún punto detrás de su amigo. Yo miré y ahí estaba Justin y sus cuatro amigos.

Y estaba enojado, muy enojado.

El chico que tapaba la entrada salió corriendo en seguida. Pero ni Justin ni sus amigos intentaron detenerlo. Los cinco miraban a Mike. Y odiaba que Justin siguiera sin mirarme.

Justin dio unos pasos hacia nosotros y sus amigos siguieron sus pasos. Casi pude escuchar sin problemas el castañeo de los dientes de Mike.

-¿No aprendiste la lección, chico? -preguntó Justin inexpresivo. -¿Debo repetirlo?

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