Los ojos de Park Jimin van cambiando, del azul al negro constantemente, el celo aún no ha llegado, pero su cuerpo no puede negarse al contrario. Lo desea. Él y su lobo, ambos.
Nunca jamás ha estado con un beta, pero todos saben la teoría y según ésta tener al beta encima de él no debería de producirle tanta satisfacción, no debería lubricar sin parar, sus uñas no deberían de clavarse en su espalda y, por supuesto, no debería de exponer su cuello esperando para ser marcado.
Jungkook nunca ha estado con un omega, así que teme no estar a la altura para satisfacer su celo, pero parece que el omega lo está disfrutando y siente a su lobo más que nunca.
Jimin lo ve, un pequeño destello dorado en los ojos del castaño y su omega se hace presente de vuelta, coloreando al instante sus iris de azul.
- ¿Puedo... puedo montarte?-Pregunta el pelinegro entre jadeos.
El más joven traga saliva, asiente de inmediato y sale de su interior, poniendo cuidado en comprobar que el preservativo sigue en su lugar y está en buenas condiciones. Se hace a un lado en la pequeña cama individual y pronto el omega lo recolo a con sus manos y se sube encima de él.
Baja lento, sus ojos oscuros clavados en los de él, la boca entreabierta, labios y mejilla rojas, frente despejada y mechones húmedos de sudor. Jungkook levanta una mano y acaricia la mejilla, la deja descansar en el cuello y con el pulgar roza el labio inferior.
El omega se mueve, un vaivén rítmico, lento, profundo, tortuoso. El beta se muerde el labio y aprieta su agarre en uno de los glúteos del mayor.
Las manos viajan por el cuerpo contrario mientras sus pieles chocan, la luz principal encendida, alumbrado todo, no hay pudor alguno desde que sus cuerpos se encontraron, solo deseo.
Jungkook se incorpora un poco, besa el pecho ajeno y el omega suelta un suspiro y enreda los dedos entre el cabello suave del más alto. El ritmo de las subidas y bajadas aumenta y cuando la espalda del pelinegro se arquea un poco, el beta aprovecha para colocar su brazo ahí y con destreza los cambia de posición, colocándose él arriba de nuevo.
Las embestidas son más fuertes y una mano acaricia todo el cuerpo de Jimin hasta llegar a su entrepierna, tantea, el omega jadea, el beta masajear los testículos del contrario mientras sigue con el vaivén de cadera, se miran a los ojos y Jungkook sube y comienza a bombear el miembro ajeno al mismo ritmo.
Está a punto de correrse y aguanta el aire al mismo tiempo que cierra los ojos, tratando así de aguantar, pero Jimin gime fuerte, entierra sus uñas en sus glúteos, oblogándolo a entrar lo más profundo posible y cree que le va a fallar cuando nota que su mano se humedece, y el cuerpo del otro se afloja poco a poco.
Tres segundos, no más, es lo que Jungkook tarda en liberarse por fin, con los ojos abiertos, contemplando a Park Jimin con los ojos cerrados y una expresión de placer en su rostro ruborizado.
No puede evitarlo, sin salir del interior, se agacha y besa los pomposos labios del omega. Éste le corresponde el beso al momento y los corazones acelerados comienzan a bajar su ritmo prácticamente a la vez.
El lobo de Jimin está feliz, satisfecho, el de Jungkook eufórico.
El beta se aparta con cuidado, se quita el condón y anudándolo lo deja caer al suelo, más tarde lo recogerá. Se queda tumbado del lado, al borde de la cama estrecha y espera a que el omega abra los ojos de nuevo; pero Jimin no lo hace, también se tumba de lado y rodea la cintura contraria con un brazo y una pierna, mete su nariz en el hueco del cuello del más joven y aspira suavemente.
- Mmm hueles tan bien...
Y, contra todo pronóstico, se duerme. Jungkook se sabía la teoría, y se supone que el lobo de Jimin debería estar pidiendo más, pero se ha dormido sin más.
Los sueños del omega son tranquilos y felices, el calor ajeno y su piel desnuda lo hacen sentirse a gusto y descansar. Pero el beta acaba de reencontrarse con su lobo, ya adulto, no sabe como reaccionar, porque aquello no se suponía que debía haber pasado, así que no puede dormir.
Jungkook se dice a sí mismo que es joven, que todos lo hacen, que está bien y que, probablemente no volverá a pasar. Cierra sus ojos, los arropa hasta arriba a los dos y acerca la nariz para oler el cabello negro del omega. Siente ganas de llorar, se convence de que el reencuentro con su lobo dormido lo ha alterado de más.
"Nadie lo sabe. Nadie lo sabrá nunca."
Aprieta los ojos con fuerza, ignora el nudo en su garganta y abraza suavemente a un Jimin durmiente y sin preocupaciones.
"Disfruta, no volverá a pasar."
También aprieta sus labios, de veras siente unas ganas inmensas de llorar.
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🐺Two is better than one🐺 (Kookmin)-OMEGAVERSE.- FINALIZADA-
FanficEstaba haciendo un nido por primera vez en su vida, pero no era un nido cualquiera, era un nido en el que había ropa ajena y no de un alfa precisamente... Si su padre se enteraba lo iba a querer matar. NO SE PERMITEN COPIAS NI ADAPTACIONES.