🐺TREINTA Y UNO: ¿POR QUÉ LO OCULTA?🐺

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Abrió la puerta, sus centelleantes ojos le devolvieron la mirada. Una sonrisa, cierran la puerta y sus labios se unen. Son las doce de la noche, los vecinos discuten, a ellos les da igual.

El beta levanta al omega agarrándolo de los muslos, lo recarga contra la pared, el calor aumenta y la ropa sobra.

Es la quinta vez que aquello ocurre. Siempre el mismo patrón desde su primera conversación, Jimin llega a la noche, se acuestan, duermen, charlan y en la empresa fingen no tener nada que ver.

A éstas alturas es más que obvio que Park Jimin no está en celo, pero su lobo desea a Jeon Jungkook y el lobo del beta responde a todas sus llamadas.

Sus lobos se encantan, pero es innegable que ellos mismos también se gustan.

A Jimin le encanta el lunar que el beta tiene bajo el labio, la costumbre que tiene de crujir sus dedos cuando está pensando en algo, su olor a piel tostada por el sol junto con el aroma de su perfume sencillo de té verde. Le gusta cómo lo escucha hablar de cosas que le gustan y la forma en la que acaricia su espalda antes de quedarse dormido...

A Jungkook le gusta el brillante cabello negro del omega, sus hermosos labios y la tonta costumbre de taparse la boca cuando ríe. Le encanta su forma desenfadada de vestir y cómo igualmente se ve siempre bien, la forma en la que sube sus gafas mientras trabaja, la manía que tiene de pedir de comprar unos dulces con una almendra arriba y siempre arrancarla y comerla primero. Le fascina lo rápido que teclea cuando está concentrado y la forma en la que se ríe cuando él trata de decir algo divertido...

La cama individual cruje por sus movimientos, el omega sonríe desde arriba mientras siente las manos ajenas acariciar su piel. Jeon Jungkook puede ser rudo si él lo pide, pero también es capaz de ser tan tierno durante el sexo que hace al lobo de Jimin querer ronronear como un gatito mimado.

El pelinegro se agacha para besarlo, no importa en la posición que estén, tiene la necesidad de besarlo. Y hay veces en las que también desearía hacerlo en el trabajo, pero debe limitarse a mirarlo de lejos y tratar de mantener a su lobo a raya.

El más joven cierra los ojos, esconde su cara en el hueco del cuello del contrario y haciendo lo que el contrario espera de él besa la zona con pasión. A veces juguetea con sus dientes, haciendo cosquillas y provocando escalofríos gustosos al omega.

En el fondo, Jungkook sabe que Jimin desea ser marcado, pero no por él. Y eso le produce un malestar interno que espera que no se note.

- Eres genial, Jeon Jungkook...-Suspira el omega cuando han terminado, sonríe y se hace a un lado, acariciando el cabello suave del más joven.

El beta no responde, desea que ojalá eso le bastara, que tu "amante" o "amigo con derechos" lo considerara genial en la cama, pero para él no es suficiente.

Jimin se duerme al poco, se acurruca en su costado y él suelta el aire contenido. Gira el rostro y besa la cabeza del pelinegro.

Jungkook sabe lo que hay, sabe lo que es él y lo que es el otro, sabe su posición y, por supuesto, sabe que aquello no durará eternamente.

Quizá termine mañana, o puede que en unos meses cuando el omega conozca a algún alfa...

Tal vez dure lo que su corazón aguante.

🐺

Namjoon ve llegar al otro alfa solo, deja de apoyarse en la pared y se encamina hacia él de forma directa. No tiene ganas de perder el tiempo, lleva demasiado tiempo ahí y ya es tarde.

- No fumo, no leo bestsellers de pacotilla y no tengo ganas de hablar de trabajo ahora, así que concreta una cita en mi bufete.

El de gafas resopla y se pone a la altura del abogado tras éste haberlo rodeado majestuosamente, ve que está dispuesto a entrar a su edificio sin si quiera mirarlo, así que lo agarra por un brazo con fuerza.

Solo hace falta una mirada de advertencia de Jin para que Namjoon lo suelte, el escritor carraspea y el contrario se queda con la puerta de cristal entreabierta, esperando a que hable, pues no tiene intención alguna de hacerlo pasar.

- Mi hermano.

- Jimin, un omega de cabello negro, con un poco de mal genio, romántico, melancólico, trasero de diez y... que vive de nuevo con tus padres.

- Jin, estoy hablando en serio. ¿Dónde está?

El abogado voltea los ojos y resopla, está cansado, ha hecho horas de más y necesita sacarse los malditos zapatos nuevos, lo último que necesita es a un Namjoon sobreprotector buscando a su hermanito.

- ¿Y yo qué voy a saber? Acabo de llegar de trabajar y ya se pasó hasta la hora de la cena.

- Jimin se volvió a marchar de casa de mis padres en mitad de la noche.

- Oye, tampoco exageres... Además, ni que fuera Cenicienta.

El escritor siente ganas de zarandearlo, no soporta el carácter de Seokjin, y hubiese preferido no tener que ir a hablar con él, pero sabe que Yves no abrirá el hocico, que la parejita enamorada es difícil de localizar, Vivi tiene sus propios problemas como para estar metida en los de alguien más y ese alfa...

- Pensé que quizá no mentía y sí se encontraba contigo...

El otro abre los ojos sorprendido y siente su brazo cansado por el pesado maletín, se lo cambia de mano, sujetando la puerta con un pie para que no se cierre. Niega con la cabeza y termina riendo.

- Ay, Namjoon, te creía más inteligente. ¿Por qué iba a salir a escondidas para encontrarse conmigo? No sé, es como el sueño de tus padres desde siempre, casi que me ofrecerían a Jimin en bandeja de plata si fuese así de sencillo.

El mayor de los Park se saca las gafas y frota su cara, está cansado y estresado y eso es muy evidente, así que el otro alfa se apiada un poco de él.

- Vamos, relájate un poco, Jimin solo está viviendo la vida. Se le ve muy feliz últimamente. Creía que eso es lo que querrías, ya que le concretabas tantas citas cuando lo dejó con el ex.

- Y quiero que sea feliz, pero, ¿por qué se va de noche y a escondidas? ¿Por qué no regresa hasta el otro día?

Jin vuelve a reírse y hace un pequeño bailecito agitando sus hombros, levanta las cejas repetidas veces y el contrario no puede evitar mirarlo mal.

- Ay, ya, no seas tan amargado. Es evidente que pasa la noche con alguien. ¿Regresa sano y salvo? Pues ya está, no hay de qué preocuparse.

- ¡¿Por qué lo oculta, entonces?!

Un vecino sale al balcón y los manda callar, Namjoon se disculpa uniendo sus manos e inclinándose un poco, el hombre lo maldice y cierra la ventana con brusquedad.

- ¿Y si se ha metido con alguien chungo?

El abogado se tapa la boca para no reír a carcajadas y que vuelvan a mandarlos callar, la cara del escritor es un poema y la verdad es que solo le hace más gracia.

- Sí, conoció a un expresidiario en el corto camino de la editorial a casa de tus padres.

- No tiene gracia, Seokjin.

El castaño voltea los ojos y su expresión cambia, Namjoon se vuelve a poner la gafas que había tenido todo ese tiempo en una mano.

- Namjoon, es Jimin, busca su romance ideal, ¿recuerdas?- Suena más suave ahora, incluso como si hablar con un niño.-Está bien, simplemente querrá asegurarse de que la cosa vaya bien antes de decir nada.

- ¿Tú crees?

- No sé, es un suponer, quizá solamente ha encontrado a alguien con quien follar como conejos sin ningún compromiso y así está feliz.

Namjoon lo mira con desagrado y se adelanta hacia él, como si quisiera golpearlo, pero el abogado es bastante rápido, así que consigue entrar y cerrarle la puerta en las narices. Llama al ascensor y mientras espera a que baje le dice adiós burlonamente con una mano.

🐺Two is better than one🐺 (Kookmin)-OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora