🐺VEINTE: CALIDEZ.🐺

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Se trataba de una calidez calma, parecido a usar un pijama peludo y una colcha gruesa para arroparse una tarde de invierno. Así se sentía el cuerpo de Jeon Jungkook a su lado.

Nada de calor sofocante y otra piel fría, simple calidez acogedora.

No estaban abrazados ni nada parecido, simplemente habían compartido una cama individual e, inevitablemente, sus cuerpos rozaban entre sí. Los antebrazos unidos de Jimin estaban pegados al hombro y brazo de Jungkook, y sus rodillas algo flexionadas descansaban sobre uno de los muslos del menor.

La luz matutina se colaba por la pequeña ventana del minúsculo apartamento y hacÍa que el perfil del beta estuviese ligeramente iluminado.

Jimin lo contemplaba en silencio, con las manos unidas bajo su mejilla y una sensación extraña en el pecho.

Recordaba haber caído rendido en la cama ajena poco después de que el taxi los trajera, ver cómo el más joven preparaba una colcha fina para tumbarse en el suelo y que Él se negara reiteradas veces. Incluso se había tirado el en el suelo, pues no le parecía justo quitarle su cama al chico, aún cuando estaba borracho debía ser educado, ademas de cuidadoso, pues el beta era menor que él.

Jimin se dio cuenta de que el beta tenía un lunar en la zona de abajo de la punta de la nariz y tuvo ganas de tocarlo con el dedo, pero no se movió ni un poco.

En el taxi se había acurrucado en su hombro y le había dicho que olía bien, esperaba que el chico no se hubiese sentido incómodo con ello. 

Estaba tratando de ser cuidadoso, pues Jungkook le gustaba y ahora mismo, en silencio observándolo, no podía más que confirmárselo.

Quizá era porque no le tiraba feromonas como los alfas, o puede que no viese en su mirada lujuria ni superioridad.

Probablemente era porque a su lobo parecía encantarle y ahora mismo en su interior vibraba un "rumble", ese especie de ronroneo que hacían los cánidos cuando se sentían a gusto y felices.

Bueno, pues su omega lo estaba haciendo en ese momento y Jimin agradecía que el beta durmiera, porque quizá podría oírlo si es que se le llegaba a escapar de su propia boca bien cerrada.

El castaño se movió aún dormido y Jimin solo trató de hacerse más pequeño apoyando su espalda lo máximo posible contra la pared, logrando así no ser completamente aplastado por el más joven. Contuvo la respiración cuando se lo vio tan cerca; aliento matutino, que si no fuera porque se había lavado los dientes antes de acostarse probablemente olería peor por el alcohol.

Pero, extrañamente, al pelinegro no le molestaba, incluso cuando el vaho caliente parecía mover su flequillo, aún sabiendo que aquello solo lograría que su pelo se viera sucio.

Jeon Jungkook dormido era bastante pesado y su pierna ahora estaba sobre las de él y un brazo casi sobre su cabeza.

Soltó un ronquido y él mismo se asustó, cogiendo aire, tragando saliva y abriendo los ojos antes de frotárselos insistentemente.

El beta tomó conciencia por fin, Park Jimin estaba en su cama, acorralado contra la pared y él tenía su pierna prácticamente sobre su cadera. Dio un pequeño brinco y se apartó, logrando caerse de la pequeña cama individual.

Contuvo un quejido y solo cerró los ojos y se frotó el costado sobre el que cayó, el omega se asomó con cara preocupada justo cuando el volvió a abrirlos.

"Hermoso".

Pensaron al unísono y ambos se removieron incómodos al instante, Jungkook sentándose en el suelo y Jimin bajándose de la cama.

El sol que entraba por la ventana indicaba que el amanecer había pasado hacía unas cuantas horas, así que el omega se movió deprisa en busca las pertenecías que había dejado sobre la pequeña mesa plegable del apartamento.

Su teléfono móvil en silencio notificaba cinco llamadas perdidas y veinte mensajes no leídos.

Las llamadas pertenecían a sus padres, si hermano y a Jin.

Los mensajes, de nuevo, a aquellos cuatro, al grupo de sus amigos y un par de su jefe.

"¿Qué demonios?"

Se apresuró a contestar a su madre que estaba bien, que se había quedado a dormir en casa de Yves. Siempre fue su coartada, igual que él fue la de ella en muchas otras ocasiones.

Sus padres tenían los respectivos números del otro, pero siempre se las ingeniaban para que saliera bien y, hoy en día Yves ya no vivía con sus padres, así que no tenían que tramar ningún plan para que salir ileso.

En cualquier caso, Jimin era adulto, pero seguía siendo omega, soltero y sin marcar, por lo que era lógico que su familia se preocupara si no llegaba a casa.

—Tengo que irme.—Comienza a guardar su cartera, llaves y móvil donde puede.—Muchas gracias por dejarme quedar en tu casa... Y por dejarme un cepillo para lavar mis dientes.

Jungkook ya se había levantado y lo miraba con sus dos brazos inertes a sus costados, aún con el cabello revuelto y los ojos hinchados se dormir.

Al principio no podía conciliar el sueño estando al lado del omega, pero cuando éste lo venció al fin, pareció casi haber caído en coma.

—Mhg... No fue molestia.

—Espero no haberte incomodado anoche, a veces, cuando bebo, me pongo un poco... Pesado.

El beta niega con la cabeza y sus manos agarran el borde de su camiseta grande para dormir.

A Jimin le parece tremendamente tierno aquel gesto.

—Bueno, gracias de nuevo. Me marcho ya.

—Vale...

Jungkook camina hasta la puerta, justo detrás del omega, cuando este se da la vuelta, se topan de muy cerca y ambos parecen sobresaltarse. El menor mira hacia otro lado y el mayor mete sus labios hacia dentro en un gesto nervioso.

La puerta se abre y Jimin vuelve a girarse para despedirse del chico, aquello no debería ser así, pero lo pone aún más nervioso, porque su lobo y su corazón tonto deciden hacer un movimiento sutil.

Se pone un poco de puntillas , dispuesto a besar la mejilla del castaño, pero éste andaba distraído y gira un poco la cara, logrando así que los labios gruesos del mayor depositen el beso en la comisura de sus labios.

Los dos enrojecen al mismo tiempo y Jimin da dos pasos atrás y diciendo una sola vez adiós con la mano huyendo escaleras abajo, mientras un beta con el corazón a mil se queda pasmado en la puerta de su casa.

El estómago y el pecho del menor se llenan de un calorcito agradable.





🐺Two is better than one🐺 (Kookmin)-OMEGAVERSE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora