capitulo 5

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JIMIN  ;

Yo inicio el Rito.....

Las palabras resuenan, como esta noche.
No es tuyo para romperlo.
Me agarro al borde de la silla más cercana porque mis rodillas amenazan con doblarse. Mi mente trabaja frenéticamente.
La tez blanca  de mi hermano se ha vuelto carmesí de la rabia . Y entiendo por qué estoy  aquí. Por qué era necesario que me trajeran aquí. Porque el Consejero
Hilde o cualquiera de los Consejeros nunca se dignarían a hablar conmigo.
Un simple chico media casta Park . a sus ojos, ya que sólo uno de sus padres era miembro de su preciosa Sociedad.
Este hombre, el extraño de la capilla, acaba de iniciar

El Rito. Una ley
antigua, arcaica y sin sentido dentro de La Sociedad. Un poder otorgado a un amigo  de confianza. Casi una relación de padrinazgo. Una parte que toma la
custodia de otra, un menor en un sentido del mundo normal. Pero dentro de las  leyes de La Sociedad , significa tomar la custodia de un niño o una mujer, sin importar su edad. Porque cada hogar necesita un jefe de familia masculino. Por
eso fue tan fácil para Minho tomar mi tutela, aunque entonces era menor de edad . Pero toda mi familia había desaparecido. No había nadie. Y una vez que se
determinó que yo era un PARK , le dio a la sociedad  derechos sobre mí.o  tal vez lo permití. Pero aquellos eran días oscuros. Tenía dieciséis años.
Mi hermano acababa de ser asesinado ante mis ojos. Me habían dado por muerta.
¿Pero ahora? Tengo diecinueve años. Un adulto.
Pero no vivimos en el mundo normal. Y estos hombres no juegan con las reglas  normales.

—No puedes iniciar el Rito —

escupe Minho , agarrando las hojas de pergamino  de aspecto antiguo que parecen desintegrarse en sus manos. Escanea  el texto.

—Yo puedo. Acabo de hacerlo —dice mi diablo cornudo de antes...

Obligo a mis rodillas a bloquearse, me limpio las palmas sudorosas en los muslos de mi traje . Todavía están húmedas por la lluvia.
Hay silencio mientras Minho  lee lo que sea que haya en esas hojas de
papel.

—Consejero, esto es inaceptable. No sé qué mentiras le ha contado
Santiago, pero le aseguro que son solo eso. —

Se pone en pie, con las páginas
apretadas en los puños.

—Si rompes eso, responderás ante todo el Tribunal. Es un documento oficial  Será tratado como tal.

Hilde toma aire

—. Y agradecerás que sea
lo único que ha pedido. Está en su derecho. Y tú eres el único culpable de habérselo  dado.

Minho frunce los labios.
Mi demonio me mira, con ojos ilegibles, boca sin sonreír. Odia a mi hermano Lo sé sin lugar a dudas. Lo aborrece. Me estremezco cuando su mirada
parece instalarse en lo más profundo de mi piel. Me cuesta todo lo que tengo
permanecer erguida mientras me pregunto si él también me odia, aunque sólo sea por mi nombre, por la sangre que comparto con Minho
—ZEE.. —dice

con los ojos todavía puestos en mí.
La puerta detrás de mí se abre. Me adentro en la habitación para poner espacio  entre  Zee  y yo.

—Señor —dice

, sin inmutarse por la tensión palpable en la sala.

—Lleva al  chico  abajo.
¿En la planta baja? Ya estamos en la planta baja.

ZEE asiente y cuando lo miro, me hace un gesto para que me mueva.no puedo . No puedo. Mi boca se abre y se cierra pero no sale nada. Mi
hermano está leyendo por segunda o tercera vez esas hojas de papel, pero el
resto me observa. ¿Me salvará minho ? No estoy seguro de que pudiera hacerlo
aunque quisiera. Que el Tribunal esté aquí significa que este hombre, mi diablo,
tiene su bendición para hacer lo que va a hacer. Y Minho  se plegará a la ley de la sociedad

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