capitulo 27

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JEON;

Minho PARK  está desaliñado, cuando menos, cuando entra en la
corte del edificio del Tribunal unos minutos después de la hora de
reunión acordada. En realidad, parece que no ha dormido en una
semana. Me genera una sonrisa verlo así.
Hilde  se asegura de mirar su reloj.

—Señor Park —comienza

—. Es muy inapropiado llegar a un procedimiento del Tribunal después de que nos hayamos sentado. Su desprecio se tendrá en cuenta cuando tomemos
una decisión con respecto a este asunto tan inusual.

La sala del tribunal ha sido modificada de su disposición habitual. Los tres
Concejales siguen sentados en el nivel más alto y se ciernen sobre nosotros con sus  túnicas y pelucas. La galería está vacía excepto por Juez, quien me sirve como
asesor. No es que necesite uno. Y el estrado donde el acusado sería juzgado ha
sido reemplazado por una sola mesa rectangular que debe tener varios cientos
de años. Me pregunto sobre los destinos que se decidieron sobre él a medida que miro las muchas marcas donde se hicieron tratos, se rompieron promesas,
se vengaron traiciones.

—Sí, bueno, fue inevitable —

se atreve a decir Park  mientras ajusta su capa y me mira con una mirada malvada en sus ojos. Fuerza una sonrisa cuando
se vuelve hacia los Concejales

—. Es el día de la boda de mi querido hermano y habia mucho que hacer.

Me molesta que pueda fingir tan bien. Que pueda sonar tan jodidamente casual cuando sé que es todo lo contrario.
Sin embargo, no debería importarme.

Gané. Mi victoria está en las
palabras que acaba de pronunciar.
Los Concejales se miran entre sí y es Hilde  quien levanta una ceja.

—¿No rechazarás la petición del señor Jeon de la mano de tu
hermano? Teniendo en cuenta nuestras conversaciones, asumí, bueno, ¿por qué
no me lo explicas?

—Sí, Concejales, mis disculpas. Lo admito, tenía otros planes para el 
querido Jimin, pero es cierto que el señor Kim  tiene una edad bastante
avanzada y, bueno, dada su naturaleza —

hace una pausa y me mira

—. Jimin  puede necesitar una mano más firme de la que el pobre anciano podría manejar.

—Hmm —murmura Hilde

—. Es muy inusual.
Me aclaro la garganta y hablo.

—Inusual o no, como ambas partes están de acuerdo, solo queda que el tribunal nos dé a mi prometido y a mí su bendición.

Hilde me estudia. Luego arrastra su mirada hacia Minho PARK 
que está furioso a mi lado. ¿Sienten la ira  que emana de él?

—minho . ¿Esto es lo que quieres?

—Sí, Concejal —

dice Park  con los dientes apretados.

—¿Das tu bendición?

—Creo que dijo que sí —

interrumpo y me gano una mirada de
desaprobación.

—Doy mi bendición —

dice minho lo enfrento y él me enfrenta. Intentó que asesinaran a su medio hermano y  ahora sabe que lo sé. Que tengo pruebas. Es por eso que está aquí haciendo lo
que está haciendo.
Chantaje. Sonrío. Nunca pasa de moda.

Un asistente baja el decreto que firman los Concejales. Lo ponen frente a Minho primero. Él firma. Luego me lo pasa. También firmo y, una vez que se
coloca el sello, el futuro de jimin  está sellado. Al final del día, será mío y yo seré de jimin
Para bien o para mal. Hasta que la muerte nos separe.....

Los Concejales se van primero y una vez que se han ido, me dirijo a
Minho  que me está mirando, su mente sin duda calculando el siguiente movimiento

—Lo destruirá si se sabe —dice.

—Quieres decir que te destruirá si se sabe.

El odio arrasa el azul de sus ojos.

—También a jimin .

Tiene razón. Lo sé. La  culpa  destruirá a jimin .Su hermano murió cuando el era el  objetivo
.
Cuánto tenemos en común,y jimin no tiene ni idea.
Recojo mis cosas para irme.

—No me di cuenta de que mi hermano era tan puto. Y en un lugar sagrado nada menos.
Mi mandíbula se aprieta.

—Ya sabes lo que dicen. —

Se inclina más cerca de mí

—. Hay ojos por
todas partes aquí. Cada rincón oscuro. Me pregunto quién más vio…

Lo agarro por la garganta y lo golpeo contra la mesa. El guardia del
Tribunal está sobre mí en un instante, dos pares de manos intentando separarme.

—¿Toqué un nervio? —

dice minho con voz ahogada.
Aflojo mi agarre. Aparto a los hombres de mí y enderezo.

—Estás enfermo, ¿lo sabías?

Su sonrisa desaparece.
Recojo mis cosas y me marcho.

—Dile a mi hermano que le dije que se cuidara. Es bastante propensa a los accidentes

Estrecho la mirada y me cuesta seguir caminando. Me pregunto si puede ver  ese esfuerzo en mi modo de andar.

—Simplemente no dejes ningún pozo descubierto. No quieres que otro Park  caiga dentro —

añade mientras dejo que la puerta se cierre de golpe
detrás de mí....

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