°¬Capitulo 22: El Asedio del Templo¬°

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El viento arrastraba polvo y cenizas en espirales caóticas mientras el sonido del acero resonaba por todo el campo de batalla. Frente al imponente Templo, las fuerzas de Sheik y Darunia combatían con ferocidad, sus espadas y martillos chocando contra las criaturas de las sombras que emergían del templo.

-¡No dejen que crucen la línea! -gritó Sheik, sus movimientos ágiles y precisos mientras derribaba a un enemigo tras otro.

A su lado, Darunia rugía como un volcán, aplastando a sus adversarios con poderosos golpes de su martillo Goron. Cada golpe sacudía el suelo, haciendo temblar incluso a las criaturas más imponentes.

-¡Tenemos que mantenerlos fuera del templo! -añadió Darunia, arrojando a un enemigo por los aires.

Mientras la batalla ardía afuera, los Links corrían por los oscuros pasillos del templo junto al Principal, guiados por la luz de las Espadas Maestras que portaban.

-¡Estamos cerca! -gritó el Link del presente, sus ojos enfocados en las puertas que los llevarían a la sala de Dark.

-No podemos perder tiempo, debemos encontrar a Ruto cuanto antes -añadió el Link del futuro, con una mirada seria.

Los tres sabían que, mientras el Principal enfrentaba a Dark, su misión sería liberar a la princesa Zora, Ruto, quien seguramente estaba prisionera en algún lugar del templo. Nahira, el comandante de las fuerzas oscuras, no estaba presente, lo que indicaba que esta era su oportunidad para enfrentarse a Dark en un duelo justo. Era una rareza en ese reino de sombras.

-Esta será nuestra mejor oportunidad -dijo el Principal con voz firme-. Ustedes dos, busquen a Ruto. Yo me encargaré de Dark. No puedo permitir que interfiera mientras la oscuridad sigue propagándose.

Los Links asintieron y se separaron rápidamente del Principal, internándose en las profundidades del templo en busca de Ruto.

En el exterior, la lucha alcanzaba su clímax. Los soldados aliados de Sheik y Darunia mantenían la línea, pero el flujo de criaturas oscuras parecía incesante. Sheik, observando la creciente ola de enemigos, se acercó a Darunia.

-No podemos resistir así para siempre -dijo Sheik-. Tenemos que reducir su número antes de que nos desborden.

-Ya lo sé -respondió Darunia, sonriendo a pesar de la situación-. ¡Es hora de que los Goron les den una lección a estas bestias!

Con un rugido, Darunia cargó hacia las filas enemigas, aplastando a varios oponentes de un solo golpe. Sheik, por su parte, desapareció en una nube de humo, reapareciendo en medio de las criaturas para asestar golpes certeros y mortales.

Dentro del templo, el Principal llegó finalmente a la sala de Dark. Las puertas se abrieron lentamente, revelando una vasta habitación sumida en penumbra. En el centro de la sala, una figura oscura lo esperaba: Dark, el guerrero envuelto en sombras, cuya presencia parecía devorar la poca luz que emanaba del lugar.

-Sabía que vendrías -dijo Dark con una voz suave, casi burlona-. Pero esto no es más que una pérdida de tiempo.

-Tu reinado de terror termina aquí, Dark -respondió el Principal, desenfundando su espada, cuya hoja brillaba con un fulgor celestial.

Sin más palabras, ambos guerreros se lanzaron el uno contra el otro, sus armas chocando en una explosión de poder. La sala tembló con la intensidad del combate, y el aire se llenó de energía oscura y luminosa en una lucha entre el bien y el mal.

Mientras tanto, los Links avanzaban por los pasillos oscuros del templo, confiando en su instinto para encontrar a Ruto. El Templo del Crepúsculo parecía estar cambiando a su alrededor, los corredores alargándose y distorsionándose como si intentaran desorientarlos.

-¡Por aquí! -gritó el Link del futuro, señalando una puerta oculta detrás de un velo de sombras.

Al abrirla, encontraron una cámara llena de agua oscura. En el centro de la habitación, Ruto estaba suspendida en un campo de energía, atrapada por la magia de Dark.

-¡Ruto! -gritó el Link del presente, corriendo hacia ella.

Pero en cuanto dieron un paso más, criaturas sombrías surgieron de las aguas, atacando con furia. Los Links desenvainaron sus espadas y se lanzaron a la batalla.

-¡No podemos perder tiempo! -exclamó el Link del futuro, bloqueando un ataque.

-¡Lo sé! Mantén a esos monstruos alejados mientras yo la libero -respondió el Link del presente, avanzando hacia Ruto.

El campo de energía que la rodeaba pulsaba con una energía oscura y maligna. El Link del presente levantó la Espada Maestra y, con un grito de esfuerzo, cortó a través de la barrera mágica. Una luz cegadora llenó la cámara cuando el hechizo se rompió, y Ruto cayó en los brazos del Link del presente.

-Gracias... -murmuró Ruto, agotada pero consciente.

-Tenemos que salir de aquí -dijo el Link del futuro, limpiando su espada mientras las criaturas restantes desaparecían con el fin de la magia oscura.



Continuara...

°- Mi Canción Preferida-°   -Malink-  Creador: Bokuro_ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora