Lo primero que vimos cuando llegamos a la escuela mortal de Percy junto a Annabeth fueron unas canchas incineradas.
Lo estábamos esperando en un callejón de la calle Church. Pero Percy no venía solo. Junto a él, un cíclope caminaba con fuertes pisotones.
—¿Dónde lo encontraste?—preguntó Annabeth señalando al cíclope.
—Es amigo mío —respondió.
—¿Es un sin techo?
—¿Qué tiene eso que ver? Además, ¿que hace ella aquí? Si tanto quieren saber sobre Tyson, pregúntenle a él.
Annie se sorprendió.
—¿Sabe hablar?
—Hablo —reconoció Tyson—. Ustedes son preciosas.
—¡Puaj! ¡Asqueroso!—exclamó apartándose de él.
—No seas grosera, Annie—la regañé—. Si esta con Percy, entonces podemos confiar en él.
—¿Así como yo confié en ti?—soltó el chico—. Sigo enojado.
Odiaba que se comportara así.
Percy desvió la mirada hacia las grandes manos del cíclope y dijo con incredulidad.
—Tyson. No tienes las manos quemadas.
—Claro que no—dijo Annabeth entre dientes—. Me sorprende que los lestrigones hayan tenido las agallas de atacarte estando con él.
Tyson parecía fascinado por el pelo rubio de Annabeth. Intentó tocarlo, pero ella le apartó la mano con brusquedad.
—Annabeth, ¿de qué estás hablando? ¿Les-tri... qué?
—Lestrigones. Esos monstruos del gimnasio. Son una raza de gigantes caníbales que vive en el extremo norte más remoto. Odiseo se tropezó una vez con ellos, pero nunca había visto que bajaran tan al sur como para llegar a Nueva York...
—Lestri... lo que sea, no consigo decirlo. ¿No tienen algún nombre más normal?
Annabeth reflexionó un momento.
—Canadienses —decidió por fin—. Y ahora, vamos. Tenemos de salir de aquí.
—La policía debe de estar buscándome—dijo Percy.
—Ése es el menor de nuestros problemas dijo—Annabeth nos miró a ambos—. ¿Han tenido sueños últimamente?
—Sueños... ¿sobre Grover?
Su cara palideció.
—¿Grover? No. ¿Qué pasa con Grover?
—Yo también soñé con él—les dije a ambos—. Parece estar en apuros con un cíclope.
Percy le contó a Annabeth la pesadilla.
—¿Por qué me lo preguntas? ¿Sobre qué has soñado tu?
La expresión de sus ojos era sombría y turbulenta, como si tuviera la mente a cien mil kilómetros por hora.
—El campamento—dijo por fin—. Hay graves problemas en el campamento.
—¡Mi madre me ha dicho lo mismo! ¿Pero qué clase de problemas?
—No lo sé con exactitud, pero algo no va bien. Tenemos que llegar allí cuanto antes. Desde que salí de Virginia me han perseguido monstruos intentando detenerme. ¿Tú has sufrido muchos ataques?
Meneo la cabeza.
—Ninguno en todo el año... hasta hoy.
—¿Ninguno? ¿Pero cómo..? —no entendí hasta que dirigí la mirada hacia el cíclope—. Ahh.
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Hades' child; sometimes lucky
FanfictionAstoria Rousseau es hija de Hades, lo sabe desde los 7 años y cada día lo tiene más claro. Disfruta de una vida normal, o lo más normal que se puede siendo vidente, semidiosa e hija de el más temido de los tres grandes; el dios Hades. Durante años...