EL DESCUBRIMIENTO

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—¿Esto no es una broma, verdad? —preguntó Jimin, aún atónito por la noticia que le habían dado los padres de su novio—. ¿De verdad quieren ayudarme? —El rubio sintió sus ojos llenarse de lágrimas y algo dentro de él se conmovió profundamente; nunca se lo habría imaginado.

—Así es, Jimin. No escuchaste mal. Mi esposo y yo queremos que persigas tus sueños —dijo Si Young con una sonrisa sincera.

—¡Esto es increíble! Me siento genuinamente halagado y salvado, no lo puedo creer... —susurró felizmente.

—Señores Jeon, les agradezco mucho esta oferta, pero no creemos poder aceptar su ayuda. Es demasiado, no queremos causar molestias —intervino Hyung Joong, el padre de Jimin.

—Para nada, no es ninguna molestia. Créame, señor Park, no suelo hacer este tipo de cosas, pero veo un enorme potencial en su hijo, algo que no debe desaprovecharse —dijo Chang con determinación.

Shin Hye  miró a su hijo. Veía en sus ojos la esperanza puesta en la decisión final de su padre. Aunque Jimin muchas veces fingiera estar bien por haber perdido un año, en el fondo ansiaba con todo su ser ir a la universidad. Ella sabía que esta decisión marcaría un antes y un después, y estaba dispuesta a interceder por él, quería lo mejor para su hijo.

—Aceptamos su ayuda, señores Jeon. Sin embargo, lo tomaremos como un crédito. Pagaremos esta deuda poco a poco, de lo contrario no podríamos aceptar. Sería una gran pena.

Hyung Joong no esperaba que su esposa tomara la decisión final, lo sorprendió un poco, pero estaba de acuerdo.

El señor Jeon parpadeó varias veces, sorprendido, y sonrió al ver que los padres de Jimin no aceptarían la ayuda de otra manera.

—Está bien, no hay problema —concluyó Chang Wook con una sonrisa.

Mientras tanto, Jungkook, quien había escuchado atentamente sin pronunciar palabra alguna, se sintió satisfecho con la decisión tomada. Las circunstancias no podían ser más propicias; este era un plan que no había previsto. ¿Sería posible que el universo estuviera conspirando a su favor?

Su primer amor era ahora su novio, y juntos se disponían a emprender la travesía universitaria...

El rubio observó al azabache, absorto en sus pensamientos. Acercándose con suavidad, le tomó la mano y le susurró al oído:

— Me siento dichoso...

Jungkook esbozó una sonrisa sincera y lo abrazó con ternura.

Porque, si de algo se trataba esto, era de que no importaba cómo se desarrollaran los acontecimientos. Su niño interior, aquel que tenía siete años, estaría saltando de júbilo. Y si las cosas no salían como esperaba, se esforzaría por disfrutar al máximo cada momento.

MESES DESPUÉS

Taehyung se encontraba en su camerino, acompañado por Jhope y Marck, preparándose mentalmente para la inminente batalla en el ring. El miedo se apoderaba de él, una emoción que no podía evitar. Aunque había salido victorioso en la primera contienda, no había garantía de que el próximo enfrentamiento tuviera el mismo desenlace. Sin embargo, su dedicación y esfuerzo para este día eran innegables, y tanto su novio como su entrenador eran testigos de ello.

Pero había algo más profundo que lo inquietaba. Mentiría si dijera que su mente estaba únicamente enfocada en la batalla. La verdad era que su ánimo estaba decaído. Anhelaba con todo su ser las dulces palabras de aliento de Jimin... Sería una necedad e hipocresía llamarle, cuando fue él mismo quien pidió tiempo. No podía romper aquel acuerdo. Llevaban ya dos meses y medio sin comunicación, y, por todos los cielos, cuánto lo extrañaba.

JUNG Vmin/KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora