—¿Jimin, ya estás listo?— inquirió el azabache desde la cocina, donde se había encargado de preparar el almuerzo para los tres.
Yoongi emergió de su habitación, vestido de manera casual mientras bostezaba.
—Lo bueno de entrar a la universidad es que ya no tendremos que usar uniforme— comentó, tomando una manzana para guardarla en su lonchera—. ¿Qué preparaste para el almuerzo?
—Sándwiches y un poco de fruta para que Jimin mantenga las energías— respondió con una sonrisa mientras colocaba todo en un recipiente—. Y café, para no dormirnos en clase.
El pálido solo rodó los ojos.
—No puede ser... creo que les diré a mis padres que necesito cambiar de departamento— bromeó.
El azabache terminó de empacar los almuerzos de cada uno y miró hacia la puerta de la habitación de su novio. Esta se abrió de inmediato, revelando a un chico cuyo cabello dorado estaba rizado...
Jungkook quedó anonadado, admirando el estilo diferente de su amado, quien irradiaba una belleza sin igual.
—¿Amor?— preguntó mientras se acercaba sonriente y lo abrazaba de golpe—. Cierra la boca— se burló el rubio.
—¿Qué te hiciste en el cabello, bebé?— preguntó el azabache, emocionado, mientras tocaba las hebras rubias de su novio.
—Me traje la rizadora que tenía en casa y quiero dar una buena impresión hoy en nuestro primer día— explicó—. Pero creo que me veo mal y...
—Luces radiante, mi vida— Jungkook le tomó las mejillas y le dio un beso en la frente—. Bellísimo...
Yoongi rodó los ojos nuevamente, con los brazos cruzados.
—Como sea, ya vámonos, es tarde— demandó mientras se dirigía a la puerta.
—Toma— Jungkook le lanzó las llaves del auto—. Maneja tú.
El pelinegro devolvió las llaves—. No... hazlo tú— sonrió y salió del apartamento.
El rubio comenzó a reír mientras negaba con la cabeza.
—Parecen un par de adolescentes— se burló inocentemente mientras caminaba hacia la puerta.
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Rumbo a la universidad, Jimin observaba con detenimiento a través de la ventana, capturando cada detalle de las calles bulliciosas, las multitudes apresuradas, los establecimientos de comida y los acogedores cafés. Esta vida frenética y vibrante contrastaba drásticamente con la tranquilidad de Daegu, su hogar. La visión era mucho más extravagante de lo que había anticipado, y aunque temía ser acosado incluso en este nivel académico, la presencia de Jungkook, su novio y protector incansable, le brindaba una sensación de seguridad.
Perdido en sus pensamientos, Jimin sintió la suave presión de la mano de Jungkook, quien besó delicadamente el dorso de su mano.
—No pienses tanto —bromeó Jungkook—. Yo también estoy nervioso, pero sé que no estaré solo.
—¡Por dios! Qué cursis —interrumpió Yoongi con su voz característica.
Jimin solo pudo sonreír.
—Sé que estaremos bien —susurró el rubio, volviendo su mirada a las calles que pasaban rápidamente.
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El campus de la escuela de medicina se erguía majestuoso y emblemático, un verdadero templo del conocimiento. Al caminar por sus vastos pasillos, Jimin no podía evitar sentirse abrumado por la atmósfera de grandeza y superioridad que emanaban los alumnos de último grado. Cada uno de ellos parecía irradiar una confianza y una dedicación inquebrantables, como si llevaran consigo el peso de siglos de sabiduría médica.
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JUNG Vmin/Kookmin
RomansaHay una diferencia grande entre la alma gemela y el amor de la vida. El primero tiene la capacidad de reconocerse al unísono creando ondas de conexión instantánea. Estos se reconoceran de vidas pasadas buscando aquella mitad que los complemente. Mie...